A pesar de que el tema del bienestar animal ha estado en la mesa de legislación desde el 2013 no ha sido suficiente el avance, reconoció el diputado por el Partido Verde Ecologista por México, Harry Gerardo Rodríguez Botello Fierro y aunque los activistas piden la eliminación de la corridas de toros y los torneos de lazo en la entidad reconocen que la falta de leyes adecuadas hacen difícil que esto se logre.
El diputado, quien ha pertenecido a cuatro legislaturas distintas y es presidente de la Comisión de Medio Ambiente, consideró que pese a los avances que se han tenido en cuanto a legislar a favor de los animales, se tiene aún que regular los torneos de lazo.
Este tipo de espectáculos no deberían ser catalogados como usos y costumbres
Opinó que este tipo de espectáculos no deberían ser catalogados como usos y costumbres, ya que no cumplen con los conceptos, así como los tiempos de arraigo en la entidad de este tipo de eventos que iniciaron en la entidad .
Indicó que es necesario que se aplique la ley vigente para con los temas de maltrato animal, pero también el apoyo de la ciudadanía para denunciar los casos en los cuales se dañen a lo que para muchos sectores son seres sintientes.
“Como sociedad nos tenemos que involucrar más, sin una denuncia, no se puede hacer mucho”, señaló.
Por su parte la activista independiente por los derechos de los animales, Elsa Arceo Medina, recalcó que por el tiempo que tienen los torneos de lazo en la entidad no pueden ser considerados parte de los usos y costumbres de la entidad.
Señaló que este tipo de espectáculos lo único que fomentan es el dolor de toros, pero especialmente de los caballos, los cuales en la mayoría de los casos terminan siendo ultimados bajo la mirada de espectadores, entre los cuales se encuentran menores de edad.
“Desgraciadamente a lo largo del interior del estado se siguen realizando estos torneos de lazo. Hay una serie de autoridades municipales que permiten que los torneos de lazo se sigan realizando, pese a los riesgos tanto para los seres sintientes, como para los participantes”, señaló.
Arceo Medina consideró que al menos cada ayuntamiento debería tener inspectores que supervisen a cabalidad estos tipos de espectáculos para garantizar no solo la seguridad de las personas asistentes, sino para mantener el sufrimiento de los animales en lo menos posible. La activista apuntó que estos espectáculos se siguen realizando por interés económicos de organizadores.
628 casos de maltrato animal en la entidad
Acotó que es necesario que la legislación local tome en sus manos el tema y pueda ser una realidad el bienestar animal en la entidad, ya que comentó hasta su último corte con fecha del 14 del presente mes tienen conocimiento de 628 casos de maltrato animal en la entidad.
La doctora en Ciencias Sociales e investigadora de la Unidad de Ciencias Sociales del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la Uady, Rocio Quintal López, fue tajante al señalar que se debe erradicar de manera inmediata y establecerlo en la ley este tipo de espectáculos.
“Esos eventos son extremadamente crueles, destazan caballos de una manera violenta, es un espectáculo de violencia, que el único beneficio que tiene es el económico para quienes lo realizan, en donde también están inmiscuida la autoridad municipal” indicó.
Aseguró que no se puede seguir sosteniendo tradiciones que generan violencia y que se basan en violentar otros seres vivos ya sean animales, niños o mujeres.
“Ninguna tradición violenta se debe sostener”.
Para Iván Vallado Fajardo, doctor en historia el mundo taurino en Yucatán es complejo y multifacético, ya que cuenta con diversas expresiones que a menudo se confunden entre sí pero debe haber un diferenciado entre corridas formales, festejos populares, charrerías y torneos de lazos.
Un punto crucial que destaca el especialista en historia de la colonia es que ninguna de estas expresiones taurinas es de origen maya. Recordando que los toros fueron introducidos por los españoles, quienes también trajeron las fiestas patronales que posteriormente incorporaron las corridas. De estas surgieron las variantes populares que se observan en los pueblos.
El Dr. Vallado Fajardo identifica cuatro categorías principales:
Taurinos Formales: Se refieren a las corridas de toros que se llevan a cabo en plazas como la Plaza de Toros Mérida. Estas corridas siguen el formato tradicional español, con toreros de renombre, juez de plaza y todos los elementos característicos de la "Fiesta Brava". Existió también una plaza de toros en Motul.
Taurinos Populares de Pueblo: Esta variante, de carácter más popular y espontáneo, se asocia a las fiestas patronales. Se caracteriza por ser menos sangrienta que las corridas formales, con toros menos bravos y la participación espontánea del público, a veces disfrazado e incluso bajo los efectos del alcohol. En estos festejos, si bien a veces se matan toros, el dramatismo es menor en comparación con las corridas formales.
Charros y Charrerías: Esta tradición se centra en las habilidades ecuestres y el manejo del ganado. Incluye las escaramuzas, donde mujeres realizan coreografías a caballo, y diversas suertes de vaqueros, como el lazo de novillos y el cambio de caballo. Un elemento clave es que en las charrerías no se lastiman ni se matan toros.
Torneos de lazo: Esta categoría, según el Dr. Vallado Fajardo, se ha "colgado" de las fiestas patronales tradicionales, incorporando suertes de vaqueros a caballo que implican el manejo de toros grandes. A diferencia de las charrerías, los torneos de lazos sí involucran toros de mayor tamaño y, según el historiador, a veces resultan en la muerte de caballos, aunque no está seguro de si siempre se sacrifica al toro.
El Dr. Vallado Fajardo indicó que esta diferenciación es importante para entender la evolución de estas tradiciones y su significado cultural en la región, pero también para no agrupar en el respeto de los usos y costumbres cualquier actividad.