En la última década Mérida se ha consolidado como una de las ciudades más importantes de México, gracias a un notable crecimiento poblacional, económico y urbano. Este auge ha traído consigo oportunidades y desafíos que han redefinido su fisonomía y dinámica. Este 6 de enero, la capital yucateca cumple 483 años de haber sido fundada.

Aumento en la población

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), la población de Mérida aumentó de 830 mil 732 habitantes en 2010 a 995 mil 129 en 2020, lo que representa un incremento del 20% . 

Este crecimiento sigue de manera acelerada, alcanzando una estimación de un millón 316 mil 88 habitantes en 2024, un aumento del 24.9% en la última década. 

Según expertos, las razones principales de este “boom” demográfico son la llegada de familias del centro y norte del país, atraídas por la seguridad y calidad de vida que ofrece Mérida; ciudadanos de Estados Unidos que han elegido a la ciudad como su lugar de residencia; y las oportunidades laborales en sectores como el turismo, la construcción y los servicios.

Mérida experimenta un evidente auge económico

El cronista de Mérida, Gonzalo Navarrete Muñoz, comentó a 24 HORAS Yucatán que la ciudad ha experimentado un evidente auge económico y empresarial en los últimos años. Este crecimiento -consideró- se debe, en parte, a un cambio en la mentalidad empresarial, con un enfoque hacia mercados internacionales y un aumento en la capacitación profesional. 

El auge inmobiliario, dijo, ha impulsado la creación de empresas en la industria de la construcción, que actúa como un motor económico. Sin embargo, Navarrete Muñoz también advirtió que este crecimiento se ha dado de manera “un poco anárquica”, lo que plantea retos importantes para las autoridades en la gestión urbana.

El rápido crecimiento poblacional ha llevado a una expansión urbana que rebasa el anillo periférico. De acuerdo al análisis “Las comisarías de Mérida y el espacio metropolitano” del urbanista Jorge Bolio Osés, en 2020, alrededor del 27.3% de los habitantes de Mérida ya residían fuera del límite de la ciudad capital. 

“La creación de nuevos fraccionamientos y desarrollos ha transformado el paisaje urbano, pero también ha generado problemas como la falta de servicios adecuados en muchas zonas periféricas, como agua potable, drenaje y transporte público eficiente”, sentenció el experto. 

PRESIÓN

Aunado a esto, la urbanización desmedida amenaza áreas naturales y zonas productivas, mientras que el parque vehicular de la ciudad, según cifras de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), pasó de 575 mil 850 a 994 mil 656 unidades entre 2012 y 2022, ocasionando problemas de tráfico en varios puntos de la ciudad.

Por su parte, el economista Esteban Avilés Martínez explica que el crecimiento acelerado de una ciudad como Mérida tiene un impacto directo en la economía local. Por un lado, impulsa el comercio, la construcción y los servicios; y por otro, genera presión sobre los recursos públicos y la infraestructura urbana. 

“La inflación inmobiliaria es otro efecto notable, ya que la demanda de vivienda ha incrementado los precios en zonas tradicionales y ha desplazado a poblaciones de ingresos bajos a áreas periféricas”, precisó.

Desafío

Para Avilés Martínez, Mérida enfrenta el desafío de equilibrar su crecimiento con la sostenibilidad: “la colaboración entre autoridades, expertos y ciudadanos será fundamental para garantizar que el desarrollo urbano se lleve a cabo de manera ordenada y equitativa”.

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