La Arquidiócesis de Yucatán llama a la acción en favor de la infancia
El Día de los Santos Inocentes, que tradicionalmente se asocia con bromas y travesuras, también es una ocasión para reflexionar sobre una de las realidades más dolorosas de nuestro tiempo: el abuso, la violencia y el abandono que sufren millones de niños en todo el mundo, señaló Jorge Martínez Ruz, encargado de la pastoral de la comunicación de la Arquidiócesis de Yucatán.
En el marco de las celebraciones del próximo Año Jubilar 2025, la Arquidiócesis de Yucatán destacó la importancia de dar un nuevo significado a esta fecha, por lo que hizo un llamado para que la conmemoración de los niños mártires de Belén, asesinados por orden del rey Herodes, sirva como una oportunidad para tomar conciencia sobre los niños que sufren en la actualidad.
“El día de los Santos Inocentes debe ir más allá de las bromas. Es un momento para orar y actuar en favor de los niños que enfrentan violencia, abuso y abandono, incluso desde el vientre materno”, expresó el sacerdote.
El Papa Francisco, en su reciente mensaje navideño, también recordó la situación de los más pequeños afectados por conflictos armados y otras formas de violencia.
“Escuelas bombardeadas, niños heridos o fallecidos por bombas, hospitales destruidos: esta crueldad recuerda la maldad de Herodes”, citó Martínez Ruz al mencionar las palabras del pontífice.
Infancias en Yucatán
En Yucatán, esta reflexión también toma un carácter local. Aunque el estado se encuentra entre los más seguros del país, también enfrenta retos significativos en la protección de los derechos de la infancia. La violencia intrafamiliar, el abuso sexual y el trabajo infantil son problemas que aún requieren atención prioritaria.
El presbítero Martínez Ruz exhortó a la comunidad a comprometerse con el cuidado y protección de los niños vulnerables, fomentando un entorno de paz y tranquilidad.
Durante el Año Jubilar, que comenzará oficialmente el 29 de diciembre con una procesión desde la iglesia de Santa Ana hasta la Catedral de Mérida, la Arquidiócesis dedicará espacios para la reflexión y la acción en favor de la infancia.
“La celebración del Año Jubilar no solo es una invitación a la reconciliación espiritual, sino también a ser agentes de cambio en nuestra sociedad”, afirmó el sacerdote.
“Es el momento de actuar con generosidad y empatía para garantizar que cada niño viva en un ambiente seguro y amoroso”.