En medio de un mundo convulso por conflictos bélicos, el Asilo Brunet Celarain se convierte en un oasis de paz y esperanza. Esta institución ha recreado un Nacimiento bíblico en un montaje interactivo de 25 metros que incluye 630 piezas y más de 100 edificaciones de diferentes materiales, que transportan a quienes lo vistan a diferentes pasajes bíblicos.
El espíritu navideño
Sor Isabel Rivera Valentín, con su maestría y devoción, ha dado vida a este recorrido, desde la anunciación del Ángel Gabriel hasta la presentación de Jesús en el templo.
Cada escena, cuidadosamente elaborada, invita a la reflexión y a la conexión con un mensaje universal de amor y unidad en tiempos convulsos como los que se viven en la actualidad.
Ocho años consecutivos
Ante su obra, Sor Isabel comparte que si bien en la capital yucateca será el octavo año consecutivo de organizar la instalación del Nacimiento, considerado como el más grande de Mérida, ella como parte de su apostolado, ha hecho lo propio por más de 34 años en sitios diferente como su natal Puerto Rico, pasando por España y Cuba, por mencionar algunas latitudes.
Señala que el proceso de la instalación del Nacimiento, lleva tiempo -al menos unos 15 días- fundamentalmente le pone empeño, dedicación, pero sobre todo mucha imaginación para lo que se quiere proyectar, desde los pasajes que se pretenden recrear, el ambiente, las texturas, la música de fondo hasta la iluminación, ya que son elementos claves, para que el fiel o visitante se quede admirado con la obra.
“El Nacimiento es como si se proyectara una película, pero la diferencia es que puedes decidir el tiempo en el cual te puedes quedar viendo un detalle”, explica.
Tradición
La religiosa narra que como parte de su vocación esto se ha vuelto una tradición en los 21 países en los que tiene presencia la congregación, que tiene poco más de 150 años de antigüedad.
Para las personas que estén interesadas en visitar el Nacimiento más grande de Mérida, lo puede hacer todos los días hasta el 2 de febrero del próximo año en un horario de 10 de la mañana a 8 de la noche, incluso en Navidad o Año Nuevo.
La entrada es completamente libre con aportación voluntaria.
Propósito mayor
Más allá de ser una bella obra de arte, este Nacimiento tiene un propósito aún mayor: recaudar fondos para el bienestar de los adultos mayores que habitan el asilo.
Con un donativo voluntario, los visitantes pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de estas personas que tanto lo necesitan.
En un contexto donde las noticias sobre guerras y violencia dominan los titulares, la iniciativa del Asilo Brunet Celarain recuerda la importancia de cultivar la paz y la solidaridad.