En Yucatán, la migración ha transformado la vida de comunidades como Oxkutzcab, el municipio que más remesas aporta al estado después de Mérida. Aunque la narrativa predominante enfatiza los beneficios económicos, el psicólogo Daimer Estrella Interian urge a visibilizar las implicaciones emocionales que este fenómeno genera en las familias.
Estrella Interian reconoce que la migración trae consigo mejoras económicas: “Llega una derrama, permitiendo acceso a educación, cuidado de la salud y la adquisición de patrimonio”.
Sin embargo, dijo que también se debe analizar los costos sociales que ésta conlleva como lo es la desintegración familiar.
Según datos del Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya (Indemaya) más de medio millón de Yucatecos estarían radicando en prácticamente todo el territorio de Estados Unidos, siendo Oxkutzcab el municipio que encabeza la lista en captación de remesas , recibiendo mensualmente hasta 60 millones de pesos.
Recordó que la migración también genera choques culturales, debido a que los migrantes adoptan nuevas costumbres que, al regresar, suelen desplazar tradiciones locales, especialmente en comunidades pequeñas. Además, el consumo de sustancias y el pandillerismo se relacionan con los hábitos adquiridos en el extranjero, lo que ha incrementado la violencia y las adicciones.
Uno de los aspectos más tangibles, añadió, es el impacto emocional: “Desde el momento en que los migrantes deciden partir, las familias atraviesan incertidumbre y ansiedad, dejando huellas en los niños, esposas y padres mayores.
El psicólogo, quien realizó alrededor de 20 entrevistas a madres e hijos de migrantes como parte de un trabajo de titulación, subraya que la ausencia paterna no se compensa con los recursos enviados. “Aunque las familias reciben apoyo económico y mantienen comunicación por redes sociales, no cubre la necesidad de la presencia física”, dijo.
Según Daimer Estrella, uno de los mayores retos es la falta de datos concretos sobre las consecuencias de la migración, asegurando que se habla mucho de las remesas, pero poco del costo social que representan, lo cual dificulta entender el verdadero impacto emocional.
El fenómeno también se refleja en el paisaje urbano. Las viviendas renovadas y grandes fincas son testigos de los envíos económicos, pero también de la ausencia de quienes las financian.
Para Estrella Interian, es imperativo que las autoridades y la sociedad visibilicen este costo emocional y cultural.
“La migración no es solo una cuestión económica; es un fenómeno complejo que afecta profundamente a las familias y comunidades”.