Ante el cambio climático, así como el uso indiscriminado de agroquímicos en la agricultura en general tanto del estado como de otros puntos del país, son señalados como los principales responsables del declive en la presencia de insectos polinizadores en el campo, insectos clave para la reproducción de especies de fauna como las abejas o mariposas van encendiendo las alarmas, así lo dio a conocer el investigador del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV) en Mérida, Miguel Munguía Rosas.
Señaló que esta situación es compleja, no solo porque las abejas son parte de un elemento muy visible ya que también son parte de la cadena de valor del sector primario de la producción, a través de la apicultura, sino por su valor per se cómo polinizadores.
Más especies afectadas
Indicó que el uso de agroquímicos y su impacto a las abejas, también afectan a otros polinizadores como las mariposas ya que comparten mucho del metabolismo con estos otros insectos.
En ese orden de ideas, comentó que, si bien se pueden observar que aún existe de alguna manera una abundancia de especies de flora productoras de miel en la región, el peligro se encuentra en que al morir sus polinizadores, estas plantas silvestres no cuentan con un mecanismo para reproducirse por sí mismas, ya que existen flores machos y otras más hembras, las cuales necesitan de la actividad de estos insectos para su preservación.
Explicó que si la población de polinizadores bajo, la diversidad genética de las diferentes especies de plantas por consecuencia también va a disminuir. “Entonces, a menor diversidad genética, menos posibilidad de respuesta ante una eventualidad”, señaló.
Modificaciones rápidas e impredecibles
El experto relató que el cambio climático bona en negativo ya que trae consigo modificaciones rápidas e impredecibles, que únicamente puede ser combatida por las especies de floras, por medio de la diversidad genética, por lo que lo antes planteado representa una preocupación para la comunidad científica.
No obstante, a este complejo panorama, consideró que existen factores de protección como una preocupación genuina de la ciudadanía en general para con los temas medioambientales, así como un interés más frecuente de tener en los domicilios jardines que vayan más allá de lo estético, sino más bien poco a poco se van creando espacios precisamente para atraer a polinizadores de todo tipo a estos lugares, desde los insectos hasta aves y mamíferos.
El especialista expuso que las personas ya adecúan sus espacios para atraer colibríes, mariposas, abejas e incluso murciélagos, por medio de los llamados jardines para polinizadores, por lo que se suelen cultivar esas especies de plantas con el fin de arropar a esta fauna.
Munguía Rosas consideró que es necesario un cambio radical del uso de suelo, sobre todo en los grandes centros urbanos, con el fin de crear espacios que sean destinados como huertos urbanos comunitarios o si se cuenta con el espacio regresar a modelos de cultivo como la milpa maya.