Foto: Cortesía.

“La prevención de la violencia y la reintegración del tejido social deben ser una responsabilidad compartida entre sociedad civil y gobierno”, sentenció Jorge Alcocer Vargas, presidente de la Fundación del Empresariado Yucateco (Feyac) en referencia a las comunidades vulnerables de la entidad, en donde han llevado a cabo una serie de proyectos que, asegura, han dado resultados.

“Es un trabajo conjunto entre la sociedad, las empresas, los empresarios y el gobierno. Tenemos que ir de la mano y trabajar en la prevención de problemas sociales, especialmente en lo que respecta a las drogas y la violencia,” señaló Alcocer en entrevista con 24 HORAS Yucatán.

El presidente de Feyac consideró que, aunque el gobierno ha hecho avances importantes, es esencial que la sociedad civil también asuma su responsabilidad en el esfuerzo por mejorar la calidad de vida en estas zonas.

Feyac ha desarrollado programas específicos en comunidades como Flamboyanes y Kanasín, donde han identificado altos niveles de vulnerabilidad social y una descomposición del tejido.

Alcocer explicó que su modelo de intervención no se enfoca únicamente en reducir la pobreza, sino en atacar las causas subyacentes de problemas como el pandillerismo y la violencia.

Programas y capacitación para todos

En Flamboyanes, Feyac ha implementado programas después del horario escolar, brindando a los jóvenes opciones como clases de inglés, computación, deportes (béisbol y fútbol), talleres de herrería y carpintería, así como actividades de banda de guerra.

También se han habilitado espacios de capacitación para mujeres, donde pueden aprender habilidades como costura, corte de cabello y pintura de uñas, permitiéndoles generar ingresos adicionales.

Según Alcocer, estos talleres no solo ofrecen oportunidades de desarrollo personal, sino que también buscan “empoderar a las comunidades y fortalecer el tejido social”.

Jorge Alcocer relató cómo, hace algunos años, la violencia y la presencia de pandillas en Flamboyanes eran tan notorias que impedían incluso el acceso a la zona. Con el tiempo y el apoyo de Feyac, la comunidad ha experimentado una transformación significativa.

“Hoy, las personas pueden caminar tranquilamente por las calles y participar en las festividades locales”, aseguró.

Incluso, recordó la anécdota de un pandillero que comentó que su vida habría sido diferente si Feyac hubiese llegado cinco años antes, una muestra de cómo estos programas están marcando una diferencia en la vida de los jóvenes.

Planes para Kanasín

Tras el trabajo en Flamboyanes, Feyac ahora planea enfocar sus esfuerzos en Kanasín, donde han detectado una situación de vulnerabilidad creciente.

Alcocer Vargas subrayó que cada comunidad presenta desafíos distintos; por ejemplo, en Kanasín existe una alta migración de personas provenientes de otros estados, lo que añade complejidad a la integración social. Para abordar estas particularidades, Feyac ajusta sus proyectos a las necesidades específicas de cada comunidad.

La realidad de cada comunidad es diferente, por eso nuestros programas se adaptan. En Kanasín queremos reforzar el trabajo que ya hemos hecho en otras zonas para seguir mejorando la calidad de vida y reducir las conductas de riesgo entre los jóvenes,” concluyó.

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