El Laboratorio de Producción Primaria Cinvestav-Mérida realizó un estudio para evaluar los efectos del Huracán Milton en las praderas marinas de Dzilam de Bravo, Yucatán.   

 De acuerdo con la investigación, los resultados revelan una disminución notable en la salinidad y temperatura del agua en comparación con los datos recopilados el 24 de agosto.  

 Se observó un cambio en la dominancia de especies en las praderas marinas, además, se identificaron parches de praderas senescentes (envejecidos) cubiertos por macroalgas. 

El Laboratorio de Producción Primaria Cinvestav-Mérida realizó un muestreo en las praderas marinas de Dzilam de Bravo, Yucatán, para evaluar el impacto del huracán Milton en este ecosistema. 

Durante la actividad, según dieron a conocer, se midieron características de calidad del agua y se recolectaron muestras de biomasa de praderas marinas, tanto de la que arribó a la playa como de la que permaneció en el agua.  

Además, se grabó la fauna asociada a las praderas y se llevaron a cabo vuelos de drone con tecnología multiespectral, térmica y RGB para estimar cambios en la cobertura. 

Los resultados del monitoreo indican una disminución de la salinidad y la temperatura del agua en comparación con el muestreo anterior, realizado el 24 de agosto. Se registró un cambio en la dominancia de especies, pasando de Syringodium filiforme en agosto a Halodule wrightii en octubre.  

También se identificaron parches de praderas marinas senescentes cubiertos por macroalgas.  

La biomasa que arribó a la playa fue significativamente mayor que en agosto y representa la mayor cantidad registrada en lo que va del año. 

Este estudio permitirá analizar la resistencia y resiliencia de las praderas marinas a eventos hidrometeorológicos, afirmaron.  

Para el laboratorio, a pesar de su relevancia en la protección de las playas, la crianza de especies importantes para la pesca y la mitigación del cambio climático, las praderas marinas han sido desatendidas.  

Por lo que hicieron un llamado a la población para conocer y conservar estos ecosistemas. “La sostenibilidad de las actividades económicas está vinculada a la salud de las praderas marinas, y la protección de la biodiversidad y la restauración de hábitats críticos son acciones necesarias para fortalecer la resiliencia de la naturaleza y las comunidades humanas”, subrayan.

 ABRAHAM BOTE TUN

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