El olor favorito que une a la vida y la muerte. Una comida que deleita a vivos y muertos: Eso es el PIB, una tradición que va más allá de una simple comida, es mucho más que eso, pues olor a tamal quemado, es lo que alimenta las almas de los seres queridos.

Al igual que el resto del país celebra el Día de Muertos, en Yucatán se festeja “El Hanal Pixán”, que significa “comida de las ánimas”.

Si bien va de la mano con el concepto de recordar a nuestros seres queridos fallecidos, en la península se honra con la comida y bebidas que le gustaban al difunto/a.

Origen de una tradición.

Es por eso, que una de las comidas principales que llevan los altares, es el PIB, también conocido como “mucbipollo” o “mukbil pollo”, que proviene del vocablo maya mukbil, que significa “algo que debe ser enterrado”; por lo que, su realización se hace de esa manera: se cocina bajo la tierra.

El “pib” se coloca en un hueco que sea hace en la tierra, ahí se ponen las piedras calientes y maderas.

Una vez colocado, se cubre de hojas de huano, o plátano, y luego se cubre de tierra en donde se deberá cocinar por 2 horas o lo que considere la persona que lo realiza.

Una vez listo, se pone en el altar, en donde las ánimas degustarán de dicho platillo, junto con otros alimentos que la familia considere que sea del agrado del familiar.

Ingredientes y variaciones.

Aunque la receta ha variado a través de los años y municipios de la entidad, el pib es una especie de tamal en forma redonda o cuadrada, que se prepara con masa de maíz, tomate, manteca de cerdo, chile, cebolla, epazote y x-pelón.

Puede estar relleno de carne de pollo, pavo, puerco que se mezclan en el kol, preparado con el caldo donde se cocinó la carne, achiote y masa.

También, se realizan variaciones como el Pib vegano, Pib de mariscos, Pib gourmet, pero depende del lugar donde se realice.

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