El programa de vacunación contra la influenza y la COVID-19 para la temporada invernal 2024-2025 inició en Yucatán con la meta de aplicar más de un millón de dosis.
Esta iniciativa, liderada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), busca prevenir las complicaciones graves derivadas de estas enfermedades respiratorias durante los meses de frío, priorizando a los grupos más vulnerables.
En el IMSS, la campaña abarca desde el 15 de octubre de 2024 hasta el 28 de marzo de 2025, con una meta de 274,083 dosis de la vacuna contra la influenza estacional.
Los principales grupos a los que va dirigida esta vacunación incluyen a niños de entre 6 meses y 5 años, adultos mayores de 60 años y mujeres embarazadas. Asimismo, personas de 5 a 59 años con comorbilidades como enfermedades pulmonares o cardiacas, diabetes mellitus en descontrol, obesidad mórbida, insuficiencia renal, inmunosupresión, cáncer y VIH/SIDA, también serán parte de la población objetivo.
Por su parte, la vacuna contra la COVID-19 tiene una meta de 168,578 dosis y se aplicará a personas de entre 5 y 59 años con enfermedades preexistentes, siempre y cuando no hayan recibido una dosis en el último año.
Dentro de los criterios de inclusión para esta vacuna se encuentran la diabetes en descontrol, la obesidad mórbida, y las enfermedades pulmonares y cardiovasculares crónicas, entre otras. De igual manera, las personas mayores de 60 años y las mujeres embarazadas que no hayan recibido una vacuna contra la COVID-19 en los últimos seis meses serán elegibles para la inmunización.
La doctora María José Frayre Torres, titular de la Jefatura de Prestaciones Médicas del IMSS en Yucatán, destacó que ambas vacunas pueden ser administradas simultáneamente y que la vacunación es gratuita.
Los biológicos estarán disponibles en unidades de medicina familiar, hospitales generales y hospitales de subzona, tanto en Mérida como en otras localidades como Umán, Motul y Tizimín.
El titular del IMSS en Yucatán, Alonso Juan Sansores Río, lideró el evento de inicio de la campaña en la Unidad de Medicina Familiar No. 57, ubicada en La Ceiba.
En su discurso, reiteró la importancia de que la población vulnerable acuda a vacunarse, señalando que los módulos PrevenIMSS estarán operando de lunes a viernes de 8:00 a 20:00 horas.
Simultáneamente, la Secretaría de Salud de Yucatán también ha puesto en marcha su campaña de vacunación, con una meta estatal de 632,437 dosis de la vacuna contra la influenza estacional. Durante el evento de inauguración, realizado en el Centro de Salud Urbano de Mérida, la secretaria de Salud, Judith Elena Ortega Canto, explicó que la vacunación se centrará en los grupos vulnerables ya mencionados, con especial atención en la población pediátrica, adultos mayores y personal de salud.
Ortega Canto subrayó que la vacuna tetravalente contra la influenza estacional estará disponible en todas las instituciones del sector salud del estado, como el IMSS, el ISSSTE y el programa IMSS-Bienestar. La funcionaria recalcó que es preferible que la vacuna sea aplicada al inicio de la temporada invernal, sin importar si las personas recibieron una dosis el año anterior.
En ambos eventos, las primeras personas en recibir sus dosis fueron adultos mayores y mujeres embarazadas, dos de los grupos prioritarios en esta campaña. Carlos M.N., de 68 años, y Lizbeth E.J., una mujer embarazada de 20 semanas, recibieron sus vacunas durante las primeras horas de la campaña.
La importancia de esta campaña radica en prevenir los cuadros graves de influenza y COVID-19 que, si bien son enfermedades comunes durante la temporada invernal, pueden complicarse en poblaciones con factores de riesgo. Las autoridades de salud, tanto del IMSS como de la SSY, han insistido en la necesidad de que las personas acudan a vacunarse lo antes posible, recordando que los biológicos están disponibles en múltiples centros de atención de todo el estado.
Este esfuerzo coordinado entre las instituciones de salud busca garantizar la mayor cobertura posible, en especial en zonas rurales y comunidades alejadas, donde el acceso a los servicios de salud es limitado. La campaña continuará hasta marzo de 2025, coincidiendo con los meses más fríos del año, cuando aumenta la incidencia de enfermedades respiratorias.