La extracción ilegal de madera en la Amazonía brasileña ha aumentado un 19% en el último año, según un informe del Sistema de Monitoreo de Explotación Maderera (Simex). Este alarmante crecimiento se produce en un contexto de incendios récord que han afectado la mayor selva tropical del mundo.
Datos alarmantes sobre la tala ilegal
Entre agosto de 2022 y julio de 2023, se talaron ilegalmente áreas de bosques nativos equivalentes a 350 campos de fútbol por día. La tala se expandió de 106,000 hectáreas a 126,000 hectáreas. De un total de 366,000 hectáreas taladas, el 65% estaban autorizadas para la extracción de madera.
El aumento de la tala ilegal está causando graves daños al medio ambiente y amenaza a comunidades tradicionales. Según Dalton Cardoso del instituto Imazon, la ilegalidad debilita el sector maderero y daña la imagen de Brasil en el mercado internacional. Es crucial que el gobierno refuerce la fiscalización para lograr una explotación sostenible.
El informe revela que el 71% de la extracción ilegal ocurrió en terrenos rurales privados. Casi 650 fincas privadas están involucradas, y el 16% de la tala se realizó en tierras indígenas, poniendo en riesgo a las comunidades que las habitan.
Consecuencias en el mercado
El 92% de la madera extraída en Brasil se destina al mercado interno. Este aumento en la tala ilegal se conoce poco después de que la Comisión Europea propusiera aplazar la implementación de una ley que prohíbe la importación de productos de áreas deforestadas. Grupos ambientalistas han criticado esta iniciativa, que debió entrar en vigor en diciembre.
La situación es crítica. La deforestación en la Amazonía no solo afecta el medio ambiente, sino que también pone en peligro a comunidades y especies. Es urgente tomar medidas para detener esta tendencia y proteger uno de los ecosistemas más valiosos del planeta.