Por primera vez, un hospital público en la región sureste del país ha realizado un implante de válvula pulmonar percutánea. 

El procedimiento, efectuado en el Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán (HRAEPY), fue realizado a una mujer de 25 años originaria del municipio de Akil, quien padece una cardiopatía congénita.

El Dr. Amonario Olivera Mar, jefe de Cardiología del HRAEPY, explicó que este tipo de intervenciones se dirige a pacientes con malformaciones cardíacas congénitas, ofreciendo una alternativa menos invasiva que la cirugía a corazón abierto. El proceso se realiza a través de la vena femoral, por donde se introduce un catéter que permite acceder al corazón y colocar la válvula.

El Dr. Joan Jhonson Herrera, jefe de Cardiología Hemodinamia Pediátrica del mismo hospital, detalló que la paciente había sido sometida a múltiples cirugías previas. 

Esta vez, al presentar síntomas nuevamente, fue evaluada y se decidió implantar la válvula, lo que permitirá mejorar su calidad de vida.

El tiempo de recuperación es breve, con una duración estimada de cuatro horas para el procedimiento, lo que facilita que la paciente retome sus actividades cotidianas bajo supervisión médica.

El HRAEPY dispone de dos salas de hemodinamia equipadas con tecnología de punta, esenciales para procedimientos complejos como parte del programa Código Infarto, dirigido a la atención urgente de casos graves de enfermedades cardíacas.

Una válvula pulmonar percutánea es un dispositivo médico implantado en el corazón para reemplazar o reparar una válvula pulmonar defectuosa o dañada sin la necesidad de una cirugía a corazón abierto.

La válvula pulmonar es una de las cuatro válvulas del corazón y se encarga de controlar el flujo de sangre desde el ventrículo derecho hacia las arterias pulmonares, que llevan la sangre a los pulmones para ser oxigenada. 

Cuando esta válvula no funciona correctamente, se puede producir un flujo anormal de sangre, lo que pone en riesgo la función cardíaca y la salud del paciente.

El procedimiento percutáneo significa que la intervención se realiza a través de la piel, insertando un catéter por la vena femoral (ubicada en la ingle) que se guía hasta el corazón. 

Una vez allí, se coloca la nueva válvula pulmonar en su lugar, lo que permite que el corazón funcione de manera más eficiente sin tener que someter al paciente a una cirugía abierta. Este método es menos invasivo, reduce el tiempo de recuperación y minimiza los riesgos asociados a cirugías más complejas

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