El Senado aprueba con mayoría calificada la reforma que otorga al Ejército el control de la Guardia Nacional. Votación: 86 a favor, 42 en contra.
FOTO: CUARTOSCURO El Senado aprueba con mayoría calificada la reforma que otorga al Ejército el control de la Guardia Nacional. Votación: 86 a favor, 42 en contra.

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Después de nueve horas de discusión, esta mañana el Senado de la República aprobó con 86 votos a favor y 42 en contra la reforma que modifica 12 artículos de la Constitución Mexicana y permite al Ejército, tener el control administrativo y operativo de la Guardia Nacional (GN).

Una vez más, el voto del todavía senador del Partido Acción Nacional (PAN), Miguel Ángel Yunes Márquez dio la mayoría calificada, a Morena, para consumar la reforma que por ser constitucional pasó a los Congresos de los estados para su aprobación.

Una vez aprobado en lo general el dictamen, los senadores de oposición, con excepción de la panista Ivideliza Reyes Hernández, declinaron presentar sus reservas desde la tribuna, por lo que se evitó un segundo debate.

Durante la madrugada la senadora del PRI, Claudia Anaya afirmó que esta reforma atenta contra la progresividad de los derechos humanos y junto con la judicial traza el camino al infierno.

Su compañera de bancada, Carolina Viggiano, refirió que, a pesar de que Omar García Harfuch es considerado un “súper policía”, con la reforma a la GN “no va a tener policía, ese es el problema, porque el que piensa no opera y el que opera no hace caso, esa historia ya la hemos visto”.

La senadora de Movimiento Ciudadano, Amalia García, recordó que los Gigantes de la reforma en 1857 acotaron los fueros, principalmente el militar y eso se mantuvo en el constituyente de 1917, pero hoy se abre la puerta para que el Ejército asuma tareas del ámbito civil, advirtió.

La reforma aprobada prohíbe el alojamiento forzoso de miembros de la Guardia Nacional, junto con el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, en situaciones ordinarias, con lo que se consolida el carácter democrático y civil del Estado y se obliga al respeto a los derechos humanos.

“En situaciones ordinarias, los ciudadanos no están obligados a prestar servicios ni aceptar imposiciones de las Fuerzas Armadas, en defensa de sus derechos humanos”, señala la propuesta de reforma constitucional.

Refiere que, “al prohibir el alojamiento forzoso de miembros de la Guardia Nacional, junto con el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, en tiempos de paz, se protege el derecho de los ciudadanos a la inviolabilidad de su domicilio, asegurando con ello que las operaciones de seguridad respeten los derechos humanos, independientemente de la fuerza armada involucrada”.

De igual forma, “la Federación cuenta con la Guardia Nacional, fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial, dependiente de la secretaría del ramo de defensa nacional, para ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública en el ámbito de su competencia. Los fines de la Guardia Nacional”.

Y establece que “la secretaría del ramo de seguridad pública formulará la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, los respectivos programas, políticas y acciones”.

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