En 2018, previo a que Andrés Manuel López Obrador rindiera protesta del cargo como Presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, se llegó a pensar que intentaría cambiar la Constitución mexicana para perpetuarse en el cargo, lo que no sucedió.
Es más, su sucesora y futura presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, ha señalado que buscará una reforma electoral en la que se impida la reelección a cualquier cargo de elección popular.
Actualmente los presidentes municipales, diputados federales, locales y senadores, pueden reelegirse hasta por un período más, siempre y cuando los partidos por los que fueron electos lo aprueben.
López Obrador no se reeligió y en seis días dejará de ser el Presidente de México; sin embargo, el plan sí fue fraguado a mediano plazo y este domingo, al ser nombrado, Andrés López Beltrán, como secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, partido que su padre fundó, se consumó el inicio de la Dinastía López en México.
Si bien desde el inicio de su gobierno el presidente López Obrador informó que sus hijos no tendrían cargo público, Andrés López Beltrán destacó por su trabajo como operador político en todas las gubernaturas, en la integración de los Congresos y en la toma de decisiones al interior de Morena.
Incluso, Andy, cómo se le conoce, ha tenido influencia en nombramientos de servidores públicos dentro del gobierno de su padre, como el de Daniel Asaf, quien fue el jefe de la Ayudantía del primer mandatario o bien, como Marath Baruch Bolaños, quien era su compañero en la Universidad y ahora es el secretario del Trabajo, cargo que conservará en el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Andy, también es el socio mayoritario de la empresa Finca Rocío, que vende chocolates, negocio que dejará a cargo de su hermano Gonzalo López Beltrán, según ha informado el propio Presidente.
Ahora, López Beltrán podrá hacer oficial toda la operación política que hizo tras bambalinas para colocar a los candidatos de Morena a cargos de elección popular, lo que le permitirá fortalecerse y llegado el momento tener el apoyo de la clase gobernante para cualquier postulación a la que aspire.
Es por ello, que no debe sorprendernos que durante el sexenio de Claudia Sheinbaum, quien sí garantiza, hasta ahora, el pase de estafeta a los López, Andrés López Beltrán comience a ser un personaje público, que recorra el país y lleve el mensaje de su padre.
En la Pregunta Sin Ofensa de la semana pasada advertirnos que, como toda dinastía, la de los López también intentará perpetuarse en el poder y si bien López Obrador no buscó la reelección, la mejor manera de mantener su legado será a través de su hijo, Andy López Beltrán.