El Parque Zoológico Centenario, un ícono de la vida meridana, celebró su 114 aniversario. Más allá de ser un simple zoológico, este espacio se ha convertido en el segundo lugar más visitado de Yucatán -sólo superado por Chichen Itzá-, es sin duda un punto de encuentro familiar, así como un referente de la conservación de la fauna local y hogar de ejemplares de diferentes partes del mundo.

Desde su inauguración en 1910, el Centenario ha sido testigo de la evolución de la ciudad y de las generaciones que han crecido con él. Don Juan Chin, un visitante asiduo desde niño, compartió con el equipo de 24 HORAS Yucatán: “Recuerdo venir con mis padres cuando era pequeño, ver a los animales era como entrar en otro mundo. Ahora traigo a mis nietos y es maravilloso ver cómo sigue siendo un lugar mágico para ellos”.

Armín Centeno otro visitante, vecino de la colonia Bojorquez comentó: “Es un espacio que se debe de conservar son muchas personas las que los visitamos sobre todo los fines de semana, el trenecito, las lanchas, el área de los animales siempre me han gustado y ahora traigo a mis hijos”.

La importancia del Centenario trasciende su función recreativa, este se vuelve un espacio educativo donde niños, niñas, adolescentes y adultos aprenden sobre la diversidad animal y la importancia de su conservación. Doña María Cen, una maestra que retirada que durante su trabajo visitaba el parque con sus alumnos, recordó: “El Centenario es una herramienta invaluable para enseñar a los niños a respetar la naturaleza y a valorar la vida en todas sus formas”, me toca ya traer a los nietos para que ellos también puedan aprender como mis alumnos lo hicieron.

El responsable del Centenario Iber Rodríguez Castillo explicó que en un fin de semana, este espacio capta unas 10 mil personas, al año la cifra es cercana o mayor al millón y medio. De los animales icónicos no dejó de mencionar a la chimpancé Susy, la cual ya tiene 47 años y se ha convertido en un referente de este lugar. Asimismo, destacó que uno de los lugares más concurridos y visitado es el paseo en el trenecito, ya que las personas hacen largas filas en los días más complicados para disfrutar el viaje.

Incluso indicó que recientemente se instaló un nuevo techo para que las personas no esperen en el sol la llegada del trenecito, el cual actualmente cuenta con tres locomotores, dos que funcionan regularmente para dejar una de emergencia.

De hecho, la alcaldesa de Mérida Cecilia Patrón Laviada anunció recientemente que el centenario tendrá una nueva cara y es que para el 2024 y 2025 se realizarán una serie de intervenciones por partes para mejorar la experiencia de los visitantes.    

El Centenario es mucho más que un zoológico. Es un pedazo del alma de Yucatán, un lugar donde la naturaleza y la cultura se entrelazan. Su longevidad y popularidad son un testimonio de su relevancia para la comunidad y un recordatorio de la importancia de preservar nuestro patrimonio natural.

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