La historia de los jugos Boing y otras bebidas emblemáticas está íntimamente ligada a la Cooperativa Pascual, una destacada empresa social que ha superado grandes desafíos. En la primera edición del Encuentro Estatal de Cooperativas de Michoacán, Alfonso Sanginés Avendaño, representante del área de Relaciones Públicas de la cooperativa, compartió la inspiradora historia de esta organización que sigue siendo un símbolo de éxito y lucha sindical en México.
El Origen de la Cooperativa Pascual y su Lucha Sindical
La Cooperativa Pascual, conocida por su línea de bebidas que incluye Boing, Néctasis, Mexicola, Agua Pascual y Lulú, tiene una historia que refleja la perseverancia de sus fundadores. La empresa fue establecida hace 41 años, tras un conflicto laboral que comenzó en 1982. Los trabajadores, quienes enfrentaban abusos por parte del propietario original, iniciaron un movimiento de “brazos caídos” para exigir mejores condiciones salariales y laborales.
El conflicto escaló cuando el dueño, en un intento por reprimir a los trabajadores, envió a personas armadas para enfrentar a los huelguistas. Este acto de violencia resultó en la muerte de dos personas y dejó 17 heridos. La tragedia y la lucha subsiguiente llevaron a una serie de huelgas y movilizaciones que finalmente culminaron en 1985 con la formación de la Sociedad Cooperativa de Trabajadores de Pascual, gracias a la asesoría del líder sindical Demetrio Vallejo Martínez.
El Éxito y Expansión de la Cooperativa Pascual
A lo largo de los años, la Cooperativa Pascual ha demostrado una notable capacidad de resiliencia y crecimiento. A pesar de las predicciones iniciales de que la cooperativa no duraría, los trabajadores, motivados por el deseo de mantener sus empleos y mejorar su calidad de vida, han logrado construir una empresa exitosa y en expansión. Actualmente, la cooperativa cuenta con más de 4,100 empleados a nivel nacional y 780 socios, y se enfrenta a la competencia de grandes transnacionales y políticas públicas desfavorables.
La cooperativa sigue promoviendo valores fundamentales que han sido clave para su éxito, como la inclusión y la gobernanza democrática. Patricia Izarrarás, la primera mujer presidenta de la cooperativa, lidera un equipo que busca no solo consolidar su presencia en el mercado nacional, sino también expandirse internacionalmente. La cooperativa está en proceso de construir una nueva planta de producción en Laredo, Texas, para abastecer el mercado en el norte de México y Estados Unidos, donde la nostalgia por los productos mexicanos es alta.
Agencia Quadratín