De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Yucatán el 2.3% de la población padece Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), una condición que afecta severamente la calidad de vida de quienes la presentan. Ante este panorama, la psiquiatra Yidha Ortiz Castillo organiza su sexto encuentro de pacientes y familiares con TOC, con el objetivo de generar conciencia sobre la enfermedad y evitar la discriminación. La cita es este sábado 24 de agosto en el Centro Cultural “José Martí” a partir de las 16 horas.
La idea surge a partir del regreso de la Dra. Ortiz a Yucatán, cuando comenzó a atender a sus pacientes y se dio cuenta de la prevalencia de esta condición, así como de la necesidad de contar con espacios donde se brinde información al respecto.
“Hoy en día, todos hablan de estar ‘obsesionados’ con algún artista o programa de televisión. Realmente, una obsesión es un pensamiento que tiene que ver con cosas desagradables, que generan preocupación y se repiten de un modo descontrolado”, compartió la psiquiatra en entrevista con 24 HORAS Yucatán.
Pueden parecer cosas “absurdas”, señaló, pero generan un gran malestar en quienes las experimentan. El ejemplo clásico, dijo, es la preocupación por contagiarse con alguna enfermedad, algo que se acentuó durante la pandemia de Covid-19.
Estos pensamientos obsesivos, prosiguió, pueden ser de muchos tipos y abarcar diversos temas, pero su principal característica es que no se pueden controlar.
Como medida inicial, añadió, se busca calmar esta ansiedad, pero es difícil lograrlo. A esto, los profesionales de la salud le llaman compulsiones: “Son acciones que realizamos para evitar que suceda lo que tememos”.
Durante la pandemia, precisó la psiquiatra, estas conductas eran culturalmente lógicas y razonables, pero el problema surge cuando se salen de lo aceptable y comienzan a ser excesivas, hasta convertirse en una compulsión.
“Y por último, está la evitación. Cuando evitamos, por ejemplo, tocar cosas, ver a personas o ir a la escuela porque creemos que puede suceder lo que estamos pensando. Al final, es un padecimiento no tan raro y extraño”, sentenció.
En Yucatán, según la OMS, el 2.3% de la población padece TOC; y un gran porcentaje, opinó la experta, no lo sabe o no lo menciona.
“Estos eventos están diseñados para disminuir la discriminación, aumentar el conocimiento y hacer que quienes padecen esta enfermedad se sientan más cómodos e integrados”, comentó la Dra. Ortiz, quien actualmente trabaja con casi 80 personas que padecen TOC.
“Uno pensaría que es un padecimiento de esferas socioeconómicas altas, pero no. Tengo el gusto de trabajar con personas de la comunidad maya; y en su idioma les explico las características de la enfermedad. Después, sienten una sensación de alivio.”
El TOC, mencionó, puede llegar a afectar severamente la calidad de vida de las personas, especialmente si desconocen lo que están sufriendo: “No es una forma de ser, ni es ser especiales, pesados o fresas. Es un padecimiento”, aclaró.
“He tenido pacientes que dejan de ir a la escuela, dejan de trabajar o deciden no tener familia porque no quieren afectar a la gente que aman. Muchas veces los temores incluyen el miedo a que alguien sufra por algún descuido, así que se aíslan”, advirtió.
Esto, lamentó, puede derivar en otras enfermedades como depresión o problemas nutricionales, ya que es común que eviten comer. Si no reciben atención, aseguró, pueden presentarse complicaciones.
El encuentro entre personas con TOC y sus familiares se ha llevado a cabo durante seis años consecutivos, incluso durante la pandemia de forma virtual. Este año se ofrecerá como una feria de la salud, con actividades como arteterapia y otras propuestas enfocadas en el bienestar.
“No está dirigido únicamente a pacientes diagnosticados con TOC. Este año la invitación está abierta a todas las personas que padecen ansiedad, depresión u otros trastornos, así como a quienes no presenten estas condiciones, pero desean vivir una vida más sana”, concluyó la Dra. Yidha Ortiz.