Durante una conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado sobre las controversias en el programa de televisión “La Casa de los Famosos”. Aunque aseguró no estar familiarizado con su contenido, instó a evitar excesos y señaló que, en última instancia, son los ciudadanos quienes deciden qué vale la pena ver.
El mandatario afirmó que las libertades deben ser garantizadas y que la regulación debe provenir de la ética y decencia de los productores y directivos, como Emilio Azcárraga, dueño de Televisa. “Es responsabilidad de los productores autolimitarse para no permitir expresiones vulgares o tóxicas”, comentó.
El cuestionamiento surgió después de que se denunciara la presencia de comentarios misóginos y violentos entre los participantes del programa. Organizaciones como la Secretaría de Mujeres ya han pedido a la producción tomar cartas en el asunto, pero no se ha implementado ninguna medida significativa hasta el momento.
El presidente mencionó que su conocimiento de los programas populares de televisión se limitaba a “La Rosa de Guadalupe”, que, según sus palabras, tiene un amplio seguimiento en el país. A pesar de no estar al tanto de “La Casa de los Famosos”, dejó en claro que cualquier intervención oficial por parte del gobierno sería innecesaria, insistiendo en la importancia de la autorregulación y el respeto a la libertad de expresión.
López Obrador también se refirió a la manipulación de los medios y las redes sociales, recordando que en el pasado lo que se transmitía por televisión o radio era considerado como una verdad incuestionable, algo que, según él, ha cambiado gracias a una mayor conciencia ciudadana.
El presidente concluyó su intervención reiterando su postura de no censura por parte del gobierno federal, confiando en la sabiduría del pueblo para discernir entre contenidos valiosos y aquellos que fomentan la violencia o la vulgaridad.