Especialistas en bienestar animal y clínicas veterinarias reportan un brote de parvovirus canino que afecta a perros menores de seis meses y que causa la muerte de seis de cada 10 animales que se contagian.
Gloria Cortez, veterinaria certificada en bienestar de perros y gatos, informa en sus redes sociales que en los últimos días ha diagnosticado 31 casos positivos de parvovirus canino en su clínica.
Esta enfermedad tiene una mortalidad del 60% en cachorros menores de seis meses, afectando principalmente a aquellos que no han sido vacunados adecuadamente, así como a ciertas razas susceptibles como el Cocker Spaniel, Doberman, Pitbull y Rottweiler. La diseminación del virus se ve favorecida por las lluvias recientes y la negligencia en la vacunación.
El parvovirus se transmite vía oro-fecal, mediante partículas virales eliminadas en las heces de perros infectados. Los cachorros, especialmente los que no han recibido calostro o no están vacunados, son los más vulnerables.
Las hospitalizaciones necesarias para tratar esta enfermedad pueden ser costosas, oscilando entre 900 y 1650 pesos mexicanos por día, mientras que la vacunación preventiva tiene un costo significativamente menor, entre 250 y 300 pesos. Sin embargo, menos de la mitad de los perros afectados pueden ser hospitalizados debido a limitaciones económicas, lo que agrava la situación.
La Clínica Veterinaria El Arca de Noé emitió un aviso en sus redes sociales para informar sobre el reciente brote de parvovirus en la ciudad y proporcionar detalles sobre esta enfermedad y su prevención. El parvovirus ataca el sistema gastrointestinal y el sistema inmunológico de los perros, causando síntomas como vómitos intensos, diarrea severa con sangre, pérdida de apetito, letargo, fiebre y deshidratación rápida. La prevención es clave, y la mejor medida es mantener al día las vacunas de los perros. Además, recomiendan mantener una buena higiene en las áreas donde los perros pasan tiempo y evitar el contacto con perros enfermos o no vacunados.
León Jiménez, veterinario, compara la situación actual con el colapso del sistema de salud durante la pandemia de COVID-19. Las clínicas veterinarias en Mérida están saturadas, con animales sufriendo y muriendo, y casos siendo remitidos a otros colegas debido a la falta de espacio. Jiménez destaca la irresponsabilidad de algunos dueños que no vacunan a sus perros y luego exigen milagros a los veterinarios, generando una carga emocional adicional para el personal médico. Este veterinario resalta la dedicación y el esfuerzo de sus colegas, quienes a pesar de las dificultades continúan trabajando incansablemente, sacrificando su salud física y mental.
La responsabilidad de los dueños de mascotas es crucial para controlar esta enfermedad. La falta de vacunación no solo pone en riesgo la vida de sus propias mascotas, sino que también contribuye a la propagación del virus en la comunidad. La prevención mediante la vacunación y la higiene adecuada son medidas esenciales para evitar brotes y proteger la salud de los perros. La vacunación debe iniciarse a partir de los 1.5 meses de vida del cachorro y continuar según el calendario recomendado por los veterinarios.
Tutores prepotentes con perros sin vacunar pidiendo milagros. Si no vacunaron a su perro y este muere la culpa es suya, nada les da derecho a ser groseros con los Médicos que de por sí ya tenemos la carga emocional de ver todo lo que sucede