FOTOS: FÉLIX VIENA

El premio Nobel de la Paz 2006, Muhammad Yunus, propone una reforma al sistema financiero y educativo para erradicar la pobreza de los pueblos.

El galardonado fue el orador principal en la novena edición del Smart City Expo LATAM Congress que se realiza en Mérida.

Yunus recibió el Nobel de la Paz en 2006 junto con el Grameen Bank por sus esfuerzos para crear desarrollo económico y social desde abajo.

Con su enfoque de microfinanzas, Yunus ha demostrado que pequeños préstamos a mujeres en zonas rurales pueden impulsar el emprendimiento y transformar economías locales de una manera que las instituciones financieras tradicionales no han logrado.

Según Yunus, el sistema educativo tradicional ha fallado en preparar a los jóvenes para ser emprendedores.

En lugar de enseñarles a ser empleados que toman órdenes, Yunus aboga por una educación que fomente la creatividad y el espíritu emprendedor desde una edad temprana.

“Los niños no nacieron para convertirse en esclavos de un empleo”, dijo, señalando que cada persona tiene un potencial innato para ser un emprendedor si se le da la oportunidad y las herramientas adecuadas.

Para Yunus, la pobreza no es un problema creado por las personas pobres, sino por un sistema que les cierra todas las puertas.

La solución, según él, es rediseñar este sistema para abrir esas puertas y permitir que la gente tenga acceso a oportunidades que les permitan salir de la pobreza.

“Si rediseñamos el sistema financiero, podemos eliminar la pobreza”, afirmó Yunus, quien también propone la idea innovadora de crear museos de la pobreza.

Estos museos servirían como recordatorio de una época pasada y demostrarían a las futuras generaciones que la pobreza es un problema superable.

El banquero social subrayó la importancia de las microfinanzas no solo en el aspecto económico, sino también en la salud.

Según él, la pobreza y la mala salud están estrechamente relacionadas, especialmente en el caso de las mujeres.

Las mujeres pobres suelen enfrentarse a múltiples problemas de salud, pero con acceso a microcréditos y servicios de salud, pueden mejorar sus condiciones de vida y la de sus familias.

“Si eres pobre, eres pobre en salud”, dice Yunus, destacando cómo su modelo de microfinanzas aborda ambos problemas simultáneamente.

El impacto de las microfinanzas se extiende a través de generaciones.

El premio Nobel relató cómo su sistema ha permitido a muchas familias pobres enviar a sus hijos a la escuela y a la universidad, creando una nueva generación de profesionales.

“Nuestro sistema educativo debería preguntar a los jóvenes qué quieren ser en la vida y qué tipo de negocio quieren tener”, sostiene Yunus.

Señaló que ha visto cómo los hijos de los beneficiarios de microcréditos han alcanzado niveles educativos superiores, incluyendo doctorados, algo impensable para sus padres.

También criticó la idea de que solo unas pocas personas muy talentosas pueden ser emprendedoras.

En su experiencia, cualquier persona, independientemente de su nivel de educación o antecedentes, puede convertirse en un emprendedor con el apoyo adecuado.

Citó ejemplos de mujeres en aldeas rurales que, sin educación formal, han iniciado pequeños negocios exitosos.

“Todos los seres humanos nacen como emprendedores”, afirma Yunus, destacando que el sistema financiero actual no permite que esta creatividad florezca.

En su visión, el financiamiento es como el oxígeno para los emprendedores.

Sin acceso a crédito, muchas ideas innovadoras y potenciales negocios nunca se materializan. “Pon el dinero en la mesa y todos alrededor de la mesa serán emprendedores”, dice Yunus, enfatizando que el problema no es la falta de talento o creatividad, sino la falta de acceso a recursos financieros.

Finalmente, Yunus ve un futuro donde la pobreza puede ser erradicada si se rediseña el sistema desde la base.

Él imagina un mundo donde los museos de la pobreza sean una realidad, mostrando cómo las generaciones pasadas vivían en condiciones de pobreza y cómo las soluciones innovadoras, como las microfinanzas, transformaron esas realidades.

Yunus afirmó que todo comienza con un sueño, y que sin soñar con un mundo mejor, no hay impulso para el cambio. Para él, soñar es el primer paso para crear un futuro sin pobreza.

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