Tras el paso de la tormenta tropical “Beryl” por Yucatán, su capital comenzó paulatinamente a recuperar su dinámica y colores habituales. A pocas horas de una contingencia que no pasó a mayores en Mérida, locales y turistas salieron a las calles nuevamente para continuar con sus actividades.
Avenidas como el Paseo de Montejo y la calle 60 poco a poco comenzaron a poblarse de automóviles y transeúntes ávidos de continuar con su rutina luego de varias horas de encierro e incertidumbre; y los negocios a cuenta gotas reabren sus puertas a la espera de clientes para recuperar el día.
A las puertas de un establecimiento de artesanías de la calle 60, en una silla de mimbre, está sentada Georgina quien recién abrió el local. La dependienta de la tienda comentó a 24 Horas Yucatán que en tiempo récord se trasladó para abrir el sitio por instrucciones de sus patrones, quienes le pidieron un taxi privado.
“Así como están las cosas está difícil darnos el lujo de perder un día. Yo también pierdo si no vengo porque gano comisiones de las ventas, entonces nada más queda esperar a que las cosas se reactiven. Ojalá sea pronto”, sostuvo la empleada unos segundos antes de que un potencial cliente le preguntara por un sombrero que estaba en exhibición.
En el primer cuadro de la ciudad puede observarse como el turismo se anima a abandonar sus habitaciones de hotel para conocer las bondades que la capital yucateca tiene para ofrecer. De espaldas a una Plaza Grande en remodelación, los visitantes se hacen “selfies” de cara a la catedral de San Ildefonso, icónico edificio que vinieron a conocer.
“Apenas salimos, ya mañana nos vamos y lo único que esperamos es por lo menos poder gozar un poco de la vida nocturna en Mérida. Es una lástima que nos haya tocado el huracán pero que se le va a hacer. Afortunadamente no pasó a mayores”, comentó una visitante resignada, quien en compañía de sus amigas recorre el corazón de la urbe en busca de un bar abierto.
Según pudo atestiguarse, en el centro de la capital yucateca hay servicios que se reactivan, como el del transporte público y sus autobuses Va y ven; y otros que aparentemente demorarán un poco más, como son los semáforos del primer cuadro que se encuentran inoperantes -por lo menos- desde las primeras horas de esta mañana de viernes.
De vuelta en el Paseo de Montejo uno puede percatarse de un movimiento cada vez más nutrido; más turismo, más negocios y comerciantes haciendo lo propio para recuperar las horas que “Beryl” se llevó: “Mañana todo volverá a la normalidad”, coinciden quienes caminan por esta emblemática arteria; y también celebran que el paso del meteoro por Yucatán se haya quedado “en un susto”.