El Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) organizó su primer mercado agroecológico, contando con la participación de productores locales del sur del estado. Miguel Fernández Barrera, ingeniero y responsable técnico del proyecto, ha compartido detalles sobre esta iniciativa.
Fernández Barrera explicó que este mercado agroecológico busca revalorizar la milpa maya y sus productos. En esta primera edición se contó con la presencia de productores de las comunidades de Xoy, en el municipio de Peto; y de X’box, en el municipio de Chacsinkín.
Las y los asistentes pudieron disfrutar de una amplia variedad de productos, como maíces y semillas nativas, chaya, tortillas hechas a mano, panuchos, salbutes, calabazas y más.
Uno de los aspectos más destacados de esta iniciativa es el proyecto de conservación de semillas nativas.
Según Fernández Barrera, el objetivo es preservar estas semillas a través de congeladores in situ, que son sistemas de refrigeración alimentados con energía solar instalados directamente en las comunidades.
“Esto permite que la conservación de las semillas se realice en su lugar de origen, evitando el traslado a bancos de germoplasma”, detalló el académico.
El proyecto, explicó, no solo busca la conservación de semillas, sino también el beneficio económico y social de los productores.
“Al promover la venta de productos orgánicos y tradicionales, se espera que los consumidores en la ciudad tomen conciencia de los beneficios para la salud y el medio ambiente de estos productos”, sentenció.
Además, añadió, se busca facilitar caminos de comercialización para que los productos de la milpa maya lleguen a un mayor número de consumidores en la ciudad.
Fernández Barrera reconoció los desafíos que enfrentan los productores, especialmente en términos de acceso a mercados y costos. Sin embargo, destacó que los productos de la milpa, a pesar de ser un poco más costosos en comparación con los producidos en masa con agroquímicos, ofrecen una mayor calidad y valor nutricional.
“Este primer mercado es una prueba, con la esperanza de que se repita y crezca, involucrando a productores de diferentes regiones de Yucatán”, concluyó.