Unas monjas clarisas en el norte de España, que denuncian una “persecución” y consideran un “usurpador” al papa Francisco, se mantienen en rebeldía contra el Vaticano y se han vuelto un dolor de cabeza para la Iglesia católica española, que amenaza con excomulgarlas.

Bautizado por la prensa española como el “cisma de Burgos”, el conflicto enfrenta desde hace un mes al arzobispo de esa localidad de Castilla y León con las monjas del convento de Santa Clara de Belorado, un pueblo de 1.800 habitantes situado a 50 km de Burgos.

El 13 de mayo, la comunidad de dieciséis hermanas que reside en el convento de ladrillo del siglo XV causó estupefacción al anunciar que rompía con la Iglesia católica, en un “manifiesto” de 70 páginas acompañado de una carta publicada en redes sociales.

La misiva, firmada por sor Isabel de la Trinidad, madre superiora de la pequeña congregación, denunciaba la “persecución” de la que sería víctima la comunidad, enfrascada desde hace varios años en un enfrentamiento inmobiliario con su jerarquía.

En 2020, las monjas llegaron a un acuerdo con el vecino obispado de Vitoria para comprar el convento de Orduña, en el País Vasco, pero la venta finalmente fracasó.

La transacción fue “bloqueada desde Roma”, que “ha puesto palos en la rueda a nuestra comunidad”, afirmó en su carta sor Isabel, quien denunció que la Iglesia les impidió vender un monasterio, lo que les habría permitido financiar la otra operación.

Una imagen tomada el 19 de junio de 2024 muestra los dulces y pasteles hechos por las monjas del “Monasterio de las Clarisas de Santa Clara” vendidos en un supermercado en Belorado, cerca de Burgos, en el norte de España. – En el norte de España, las Hermanas Clarisas que se habían rebelado contra el Vaticano tensionan a la Iglesia, que amenaza con excomulgarlas. (Foto de CESAR MANSO / AFP)

– Sacerdote excomulgado –

Pero el choque va más allá de lo inmobiliario. En su carta, las monjas de Belorado cargan contra un supuesto “caos doctrinal” del Vaticano, al que acusan de incurrir en “contradicciones” con sus “lenguajes dobles y confusos”.

“No reconocemos al papa” y “el Vaticano es una farsa”, reiteraron en la cadena Telecinco varias de las monjas de esta comunidad, que afirma estar ahora bajo la autoridad de un sacerdote excomulgado, Pablo de Rojas Sánchez.

El religioso, fundador de “La Pía Unión de San Pablo Apóstol”, se presenta como obispo ordenado por la iglesia disidente del Palmar de Troya en 2005. Fue excomulgado de la Iglesia católica en 2019 por el arzobispo de Burgos, Mario Iceta.

Conocido por sus posturas ultraconservadoras, De Rojas afirma ser miembro del “sedevacantismo”, una corriente que considera herejes a todos los papas que sucedieron a Pío XII (1939-1958), por lo que estima que actualmente no hay un sumo pontífice válido.

La Iglesia no tardó en mostrar su “absoluto estupor y perplejidad” por el anunció de las clarisas.

“Fue muy doloroso escuchar de labios de la abadesa decir que el papa es un usurpador”, dijo Iceta.

© Agence France-Presse

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