Para el analista y consultor político Raúl Arceo Alonso, las elecciones fueron ganadas por quien hizo la chamba terrestre, los que movilizaron gente a las casillas el 2 de junio, lo que explica la gran participación y el triunfo de Morena.
“Por supuesto que fue una elección fuera de todo pronóstico, con resultados impensables, pese a las buenas cifras de participación. Casillas concurridas, más del 70%, es muy bueno”.
Empero, advierte, para los partidos que perdieron todavía falta realizar una autopsia, un dictamen forense del desastre.
Dijo que vio una operación terrestre de manera descarada que sin duda influyó demasiado en el resultado, ya que si bien hubo una copiosa participación, los ganadores ubicaron a sus clientes y los llevaron a votar.
Resaltó que en Mérida se dio mucho el voto cruzado, se calcula que unos 35 mil votantes eligieron a Cecilia para Mérida y a Huacho para gobernador, de acuerdo con las pocas cifras que ya se tienen.
Fue impensable porque después de tener casi todas las diputaciones en las elecciones intermedias (2021), cuando se ganaron 14 de 15 y hoy se pierden 16 de 21 y sólo una diputación federal, lo cual habla de un desastre.
El analista consideró que el PAN fundamentó su triunfo en sus buenos gobiernos y además sus buenas campañas, pero eso ya no es suficiente.
“Llegan a la campaña con un partido cuyo gobierno es el mejor calificado, dos candidatos que tenían una aceptación que les daba suficiente, Renán también llegaba con buena calificación, resultado de su trabajo y, además, hizo muy buena campaña, mejor que la de Huacho en muchos sentidos”.
Destacó que además, en la campaña reapareció la figura de un exgobernador como Rolando Zapata al Senado, que concluyó su mandato bien conocido en todos los rincones y bien calificado.
“Insisto, yo creo que el tema fue de estrategia territorial, de sacar a votar no solamente a su voto duro, que ya de por sí Morena por la marca, pues se veía que iba a arrasar. La verdad es que esos datos de decir que al final Xóchitl estaba cerrando con ventaja, pues no dudo que avanzara, pero se veía muy claro que no”.
“Así pasó con López Obrador, que la marca sigue teniendo mucho peso todavía. No dudo también que los candidatos habrán hecho su chamba, también sacaron a movilizar a la gente”.
Sin embargo, dijo, más allá del tema de reconocimiento que ya se ha visto, ahí están los ejemplos de Patricio Patrón, que fue un muy buen gobernador, dio mucho resultado, pero perdió. Rolando no salió mal evaluado de su gobierno y también perdió en el relevo.
Yo no percibo que en los últimos años haya habido una tendencia a nivelar los poderes con respecto del presidente. López Obrador seguía siendo muy bien evaluado y por eso la mayoría de los candidatos en campaña no se metían con él.
Además, agregó, hay que ver los intereses de la gente de diferentes estratos sociales, la mayoría de la gente está pensando en qué va a comer mañana, en qué momento va a tener dinero para llegar a la quincena, etcétera.
“Si tú le hablas de que vamos a tener menos libertad de expresión, que el Tribunal Superior de Justicia no va a estar y que la justicia la va a tener Morena, que vamos a tener menos democracia, menos INE, no es que la gente no esté interesada, le estás hablando con temas abstractos”, explicó.
Arceo Alonso señaló que a la gente no le importa si el gobierno piensa que siempre miente y siempre roba, pero si no vas a tener un Instituto de Transparencia, te responde que nunca piden información, lo piden los periodistas.
“Hay una serie de razonamientos que le llegaron a la gente más fregada, la abrigó Huacho y fue muy claro en la campaña en Mérida, tratando de dividir, diciendo los del norte y los del sur. No sé qué tanto haya pegado eso, pero cuando menos en el resultado de la elección sí se vio muy marcado: el norte votó en algunas casillas tres a uno a favor de Renán y en el sur se perdió por dos a uno”.