“Cuando hay más calor, hay más peligro, hay más riesgo de un siniestro de tránsito, ya que las altas temperaturas afectan negativamente al conductor, al vehículo y también a la carretera”, señaló.

El experto comentó que el calor extremo es un enemigo silencioso, ya que sin percatarnos nos fatigamos, disminuyen los reflejos, la visión también se afecta de suerte tal que se deja de percibir entre el 10 y el 20% de las señales de tránsito y por consiguiente se incrementan los errores que tienen las personas a la hora de conducir.

Asimismo, el auditor en seguridad vial explicó que las altas temperaturas también afectan el nerviosismo, así como la agresividad de los diferentes tipos de conductores, “a mayor estrés, existe también un mayor riesgo de involucrarse en un hecho de tránsito”.

Flores Ayora indicó que el calor también afecta a la infraestructura carretera, especialmente, en los tramos más viejos del asfalto, ya que suele desprenderse formando baches que a su vez son riesgosos para la seguridad vial. 

El especialista también recordó que las temperaturas extremas afectan al rendimiento de los vehículos, ya que la potencia del motor se reduce hasta en un 15%, consumen  y las llantas se pinchan más fácilmente.

Guillermo Castillo

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