El crecimiento vertical en Mérida está afectando el costo del suelo, especialmente en áreas cercanas al Periférico, lo que sugiere cambios significativos en el mercado inmobiliario y en la estructura urbana, aseguró la arquitecta Leticia Torres-Mesías Estrada, catedrática de la Universidad Modelo y maestra en Administración Pública.
La experta puso como ejemplo la transformación de zonas como Montecristo, donde antes predominaban propiedades extensas, en terrenos ahora imposibles para considerar construcciones de baja densidad.
Este cambio en la estructura urbana plantea tanto desafíos como oportunidades para la ciudad.
Por un lado, el crecimiento vertical permite aprovechar más eficientemente el espacio disponible, incrementando la densidad urbana y potencialmente optimizando el uso de recursos y servicios públicos.
Sin embargo, este aumento en la densidad también puede generar presión sobre la infraestructura existente y desafiar la calidad de vida de los habitantes.
“El costo del suelo tiene sus pros y contras. En ciudades planas como Mérida, la baja densidad poblacional aumenta los costos administrativos al extender los servicios básicos. Por ello, la tendencia actual es desarrollar áreas cerca del perímetro urbano, promoviendo la construcción de edificios multifamiliares en terrenos que antes albergaba una sola residencia. Esto maximiza el uso del suelo y eleva la densidad urbana”, indicó.
Por su parte, el presidente estatal de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Raúl Asís Monforte González, asegura que el crecimiento de todas las ciudades del mundo es un fenómeno natural debido al crecimiento poblacional y también a la migración en sus dos vertientes, la del medio rural al urbano y la que se produce de una ciudad a otra, ya sea por motivos de trabajo o el simple deseo de cambiar de residencia para obtener una mejor calidad de vida.
“Las autoridades municipales, las partes interesadas de la industria de la construcción y la sociedad en su conjunto, tenemos que trabajar en estrecha cooperación para diseñar adecuadamente ese crecimiento, planearlo y gestionarlo de un modo genuinamente sostenible que permita garantizar que los servicios, de todo tipo, estén disponibles para quienes habitan las ciudades hoy y quienes las habitarán en el futuro”, apuntó.
Dijo que la tendencia actual de crecimiento vertical en principio sería correcta, “tenemos necesariamente que pensar en densificar la ciudad, es una opción saludable siempre y cuando se planee y gestione correctamente. Cuando las ciudades se desbordan, los problemas son más difíciles de resolver y controlar”.
“Solo hay que tener cuidado, el hecho de que existan un puñado de edificios de gran altura, no necesariamente significa que se esté llevando a cabo una densificación en el sentido adecuado”, advirtió.
Al respecto, el Ayuntamiento de Mérida confirma que el crecimiento vertical en las ciudades ayuda a eficientar los servicios públicos y la infraestructura ya existente, siempre y cuando las dependencias competentes (CFE, SSP vialidad y JAPAY) consideren, mediante el otorgamiento de sus autorizaciones correspondiente, que dicha infraestructura es capaz de cubrir el aumento de la demanda.
La mayor parte de los permisos otorgados para la densificación y redensificación de la ciudad corresponden en el arco norte del municipio, entendiendo dicho arco de la carretera a Caucel, girando hacia el norte hasta la carretera a Cancún.
La Dirección de Desarrollo Urbano del Municipio aplica las normas vigentes del Programa Municipal de Desarrollo Urbano, así como del Reglamento de construcciones vigente a partir de febrero 2018.
Todos los permisos que se otorgan por parte de la Dirección de Desarrollo Urbano son apegados a la normativa vigente y se encuentran en la base de datos de la misma Dirección.
La altura total de los edificios verticales se establece en la normatividad municipal vigente, siendo la altura máxima permitida en dichos edificios verticales el doble al ancho de la vialidad.
La cantidad de pisos debe de cumplir la altura máxima, y esta cantidad de pisos está sujeta a la solución arquitectónica y estructural. Lo que establece la normatividad municipal es la altura máxima en metros.
Todo cambio de modelo de ciudad conlleva retos y oportunidades, entre ellos la necesidad de una nueva gestión del suelo urbano, de los servicios, del equipamiento, de la infraestructura de la ciudad.