La Iglesia católica convocó a observar el debate presidencial que se llevará a cabo esta noche y auguró que este debe ser un ejercicio respetuoso y constructivo, alejado de los ataques personales y descalificaciones.
En su editorial en el semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis de México sostiene que este encuentro fortalece el proceso democrático y hace sentir a los ciudadanos que son escuchados en sus demandas, algo que es imposible cuando se cae en confrontaciones estériles.
“Invitamos a los candidatos presidenciales a ocupar este debate para privilegiar las propuesta claras, concretas, que pongan por delante el bien común, y que el voto se conquiste a partir de estrategias políticas inteligentes y necesarias, fundamentadas, que pongan al centro a quienes más sufren hoy”
Además advierte que la elección de quien ocupe la presidencia no debe basarse en el resultado de una guerra sucia, de golpes bajos, o estrategias que solo alimenten la división en el país.
“Este domingo escucharemos qué piensan los candidatos sobre educación, salud; transparencia, combate a la corrupción, no discriminación y protección de los grupos vulnerables, y la lucha contra la violencia hacia las mujeres, temas altamente prioritarios para nuestro país”, indicó.
Agregó que el debate presidencial es un espacio en el que las palabras deben convertirse en propuestas y compromisos tangibles, y no en una guerra de dimes y diretes o acusaciones.
“La política no se trata de imponer una visión unilateral, sino de buscar el consenso y la colaboración. Esperamos que el debate presidencial sea un punto de inflexión que aleje este proceso de los golpes bajos y la guerra sucia y nos permita ver un juego limpio entre los aspirantes a la presidencia”, expresó.
Finalmente recordó que a través de los Diálogos por la Paz, la Iglesia convocó a los tres candidatos presidenciales, hecho que representó un acto de unidad y compromiso en la búsqueda de la paz y de una mejor sociedad.