Tras los señalamientos vía redes sociales de un nuevo caso de maltrato animal, ahora la sociedad civil organizada, busca justicia por el asesinato de la cachorra Milagros, la cual fue asesinada con un block en Ciudad Caucel, ya se ha interpuesto la denuncia correspondiente y en espera que la autoridad de con la persona responsable, así lo declaró la rescatista Laura González.
Explicó que se trataba de una perrita en situación de calle, con apenas 6 meses de edad, era la única sobreviviente de una camada de seis cachorros, el can deambulaba con su mamá Canela y otros animalitos de la unidad habitacional.
Abundó que muchos vecinos ya se habían encargado de desparasitar, esterilizar y atender a los perritos de la calle, entre ellos a Milagros, dándole estos cuidados. No obstante, al enterarse de la trágica muerte, se organizaron para acudir a la Fiscalía General del Estado para realizar la denuncia correspondiente.
En ese orden de ideas, ha quedado asentada la carpeta de investigación proanimal/unadt-65-2024, contra quien resulte responsable, en el entendido de que, al momento, no se sabe quien pudo ultimar al can. Incluso comentó que no hay no videos que hayan captado la agresión.
Eso sí, indicó que se sospecha de uno de los vecinos de la zona que habría amenazado con realizar la acción, sin embargo, no se tiene la certeza.
La rescatista dijo que ella y sus vecinos buscan que las autoridades realicen su trabajo de investigación y que puedan dar con el responsable del lamentable hecho, aseguró que buscan que el delito no quede impune como muchas veces ocurre.
Comentó que si bien en el caso de los vecinos de Ciudad Caucel no realizarán acciones como cuando agredieron al perrito “Negrito”, si estarán concientizando para que se entienda que estos animales son seres sintientes.
Expuso que la cachorra fue enterrada en el terreno de un familiar cercano, con todas las medidas de higiene, toda vez que la autoridad judicial realizó la autopsia correspondiente en este tipo de casos. Uno de sus consuelos es que el animal falleció de un golpe contundente, es decir, no sufrió.