La Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) se encuentra bajo el escrutinio público tras las constantes observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en los últimos años, las cuales revelan un panorama preocupante de opacidad, desvío de recursos e irregularidades en el manejo de los fondos públicos.
Un análisis a fondo de las auditorías de la ASF destaca que desde 2019, la máxima casa de estudios del estado no justificó el uso de 14 millones 628 mil 389 pesos; en 2020 no pudo aclarar 3 millones 508 mil,281.02 pesos y en 2022 no aclaró 916 mil,989.12 pesos y por si fuera poco, en 2021, la ASF detectó pagos no autorizados por 14 millones 628 mil 389 pesos.
En consecuencia esta casa de estudios de Yucatán sufre daño a la imagen de la por la falta de transparencia y las irregularidades administrativas, tanto a nivel nacional como internacional.
A pesar de contar con estos reportes, la ASF no ha impuesto multas, ni tampoco aplica suspensiones sobre los recursos federales e incluso podría inhabilitar a servidores públicos responsables de las irregularidades, pero no lo ha hecho.
La falta de transparencia ha generado desconfianza en la sociedad y la comunidad estudiantil sobre el manejo de los recursos públicos en la UADY, sobre todo de los estudiantes quienes exigen mejoras en sus instalaciones.
Las autoridades educativas, encabezadas por el actual rector Carlos Alberto Estrada Pinto, deben realizar publicar de manera clara, accesible y detallada toda la información financiera de la institución, incluyendo los montos gastados, las partidas no aclaradas y los detalles de los pagos realizados.
También, la UADY necesita un sistema de control interno robusto que prevenga y detecte irregularidades en el manejo de los recursos públicos. La máxima casa de estudios debe promover la participación de la sociedad civil en la vigilancia del manejo de los recursos públicos, a través de mecanismos de transparencia y rendición de cuentas.
La falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos no solo afecta a la UADY, sino a todo el sistema educativo mexicano.
La ASF debe publicar información detallada sobre las observaciones realizadas a la UADY, para que la sociedad pueda conocer en qué se gastaron los recursos.
Manuel Escalante