La historia de uno de los oficios más antiguos, íntimos y comunitarios de Yucatán quedó registrada en “Jats’uts Meyah” (“hermosa labor”), documental dirigido por Amanda Strickland que narra la vida y la labor de Bacila Tzec Uc la última partera tradicional de Yaxhachén, comisaría de Oxkutzcab.
El cortometraje rescata la memoria y el trabajo de esta mujer que, durante décadas, ayudó a nacer a más de un centenar de bebés de su comunidad, preservando técnicas ancestrales mayas de alumbramiento transmitidas de generación en generación.
Un legado de salud comunitaria y sabiduría ancestral
La partería tradicional ha sido, por siglos, un pilar fundamental en las comunidades rurales de Yucatán, especialmente en zonas donde el acceso a servicios de salud es limitado.
La protagonista del documental dedicó su vida a atender partos, acompañar a madres jóvenes y transmitir confianza en procesos naturales y comunitarios del nacimiento.
Su labor representó una forma de cuidado comunitario, donde el conocimiento, la intuición y la experiencia se entrelazaban para garantizar la salud de madres y bebés.
“Jats’uts Meyah”, un registro necesario para la memoria de Yucatán
El documental dirigido por Strickland no solo retrata la técnica y el oficio, sino también el contexto cultural e identitario que rodea la partería maya.
A través del testimonio directo y un lenguaje visual íntimo, la directora muestra cómo esta práctica forma parte del patrimonio cultural inmaterial del sur del estado.
A través de una entrevista, la directora narra que doña Bacila le pidió escribir su historia, a lo que ella le respondió que no podía.
“Yo no puedo, tú tienes que contarlo”, dijo la partera, haciendo referencia a su propia vida.
La importancia de preservar la partería tradicional
Aunque hoy existen programas de salud que buscan integrar algunas prácticas tradicionales al sistema médico, la figura de la partera ha ido desapareciendo.
Este documental resalta la urgencia de reconocer su valor, preservarlo y documentarlo antes de que se pierda de manera definitiva.
Además, abre conversaciones sobre:
- la importancia del acceso equitativo a la salud,
- el respeto a los saberes de los pueblos originarios,
- y la necesidad de mantener vivas las prácticas comunitarias que fortalecen el tejido social.

