El presidente Donald Trump dio a conocer la incautación de un petrolero sancionado que, según su gobierno, se utilizaba para transportar petróleo de Venezuela e Irán pese a las restricciones internacionales. Durante un evento en la Casa Blanca, afirmó que se trata de “un gran petrolero, el más grande jamás incautado”, y agregó que “asumo que nos quedaremos con el petróleo”, en una nueva señal de endurecimiento hacia el gobierno de Nicolás Maduro. La operación se enmarca en una campaña constante de presión económica y diplomática impulsada desde Washington contra Caracas.
De acuerdo con la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, el buque cisterna habría servido durante años para mover crudo venezolano e iraní fuera de los canales formales, desafiando las sanciones vigentes. Un video difundido en redes sociales muestra a efectivos militares que descienden desde helicópteros y abordan la embarcación en alta mar, lo que refuerza el componente mediático y disuasivo de la acción. Esta incautación se suma a otras medidas dirigidas a cortar las fuentes de financiamiento del gobierno venezolano.

Reacción de Venezuela y acusaciones de “piratería internacional”
El gobierno de Nicolás Maduro respondió de forma inmediata y calificó el hecho como un acto de apropiación ilícita. “Venezuela denuncia y repudia enérgicamente lo que constituye un robo descarado y un acto de piratería internacional”, señaló la cancillería venezolana en un pronunciamiento oficial. Para Caracas, la operación forma parte de una política de intervencionismo y de presión que busca debilitar al gobierno y afectar directamente su principal recurso económico.
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Esta nueva acción se suma a un contexto en el que Trump ha sostenido una campaña particularmente dura contra Maduro desde su regreso a la Casa Blanca. El propio mandatario estadounidense ha llegado a sostener que los días del líder venezolano están “contados”, en un escenario marcado por la combinación de sanciones financieras, medidas diplomáticas y acciones militares de disuasión en la región. De este modo, la incautación del petrolero se interpreta como un capítulo más de esa estrategia de máxima presión.

Impacto de las sanciones en el petróleo venezolano
El crudo continúa como el principal recurso de Venezuela, pero se encuentra sometido a un embargo que limita severamente sus opciones de comercialización. Esta situación empuja al país a colocar buena parte de su producción en el mercado negro, a precios considerablemente más bajos y con rutas de exportación más complejas, orientadas en gran medida hacia países asiáticos. La incautación de un buque utilizado para este tipo de operaciones añade tensión a un esquema ya presionado por las restricciones internacionales.
Al mismo tiempo, Washington acusa al gobierno de Maduro de operar como un supuesto régimen “narcoterrorista”, lo que ha servido de argumento para justificar nuevas acciones de seguridad. En ese marco, la administración Trump impulsa una campaña militar para destruir lo que presenta como embarcaciones dedicadas al tráfico de drogas en el mar Caribe y en el océano Pacífico, con el apoyo de una amplia plataforma naval y aérea.

Campaña militar y ofensiva regional de Estados Unidos
La operación de Estados Unidos incluye el despliegue del USS Gerald Ford, descrito como el mayor portaviones del mundo, junto con otras unidades que patrullan rutas estratégicas. Según los reportes oficiales, la campaña registra ya una veintena de ataques y al menos 87 personas fallecidas, cifras que ilustran la escala del dispositivo militar en marcha. Esta ofensiva refuerza el mensaje de que Washington combina presión económica con presencia armada en zonas cercanas a Venezuela.
Mientras Trump anunciaba la incautación del petrolero, Nicolás Maduro encabezaba un acto público ante una multitud en Caracas, donde reiteró su rechazo a la intervención estadounidense. “Desde Venezuela pedimos y exigimos cese al intervencionismo ilegal y brutal del gobierno de Estados Unidos en Venezuela y en América Latina”, expresó el mandatario. Con este mensaje, el gobierno venezolano intenta proyectar un discurso de soberanía y de denuncia frente a lo que presenta como una política agresiva de Washington en la región.
Today, the Federal Bureau of Investigation, Homeland Security Investigations, and the United States Coast Guard, with support from the Department of War, executed a seizure warrant for a crude oil tanker used to transport sanctioned oil from Venezuela and Iran. For multiple… pic.twitter.com/dNr0oAGl5x
— Attorney General Pamela Bondi (@AGPamBondi) December 10, 2025

