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Construir una ciudad más verde, resiliente y ambientalmente responsable es la misión que impulsa la presidenta municipal Cecilia Patrón Laviada. Con el respaldo de la Cooperación Técnica Alemana (GIZ) en México, arrancó en la zona poniente el primer bio-corredor urbano en la historia de Mérida, una obra clave del Plan Municipal de Infraestructura Verde que busca transformar el entorno urbano mediante soluciones basadas en la naturaleza.

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Conectividad ecológica para el bienestar

Con este proyecto conectamos entre sí las áreas verdes de Mérida, con acciones como un jardín de lluvia, un huerto comunitario y un refugio para polinizadores para apoyar la infiltración, la producción agroecológica y la biodiversidad”, explicó la munícipe a los vecinos reunidos en el Parque Ecológico del Poniente.

Esta iniciativa no solo abarca la colonia Yucalpetén, sino que también se extenderá a la zona de Plan de Ayala Sur 3, consolidando nodos ecológicos vitales para la adaptación al cambio climático.

El proyecto se estructura en cinco ejes de acción: reforestación con especies nativas, creación de espacios lúdicos, implementación de bioingeniería, instalación de jardines de lluvia y elaboración de murales comunitarios.

Estas intervenciones buscan restaurar hábitats, permitir el regreso de la fauna local y aumentar el arbolado urbano, contribuyendo a reducir las altas temperaturas en la capital yucateca.

Alianzas estratégicas para una ciudad sostenible

La creación de estos corredores biológicos se apoya en un plan de tres líneas: técnica, social y de sostenibilidad, asegurando la participación ciudadana a través de 20 talleres participativos. “Cada metro cuadrado recuperado, cada árbol nativo plantado en cada área restaurada, sumará para enfrentar retos que ya sentimos en el municipio, como el calor extremo”, profundizó Patrón Laviada.

El Ayuntamiento cuenta con un Comité Técnico Municipal de Infraestructura Verde, integrado por especialistas, academia y sociedad civil. Además, la alcaldesa agradeció el financiamiento de la iniciativa Cities Adapt y el apoyo de empresas como COMEX y CEMEX, así como el monitoreo biológico de la UNAM. A la par, se rehabilitó el Campo Deportivo Ecológico del Poniente con una inversión superior a los 3 millones de pesos, fortaleciendo el tejido social en la zona.