La diputada de Movimiento Ciudadano (MC), Luisa Ledesma, presentó ante el Congreso de la Ciudad de México una iniciativa para clasificar el maltrato animal como una modalidad de violencia vicaria. La propuesta busca reformar el marco legal capitalino para sancionar a quienes utilicen a los animales de compañía como instrumentos para dañar emocionalmente a las mujeres.
Reformas para la protección integral
El proyecto legislativo plantea modificaciones a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, así como al Código Civil y al Código Penal locales. Con estos cambios, las autoridades podrían castigar las agresiones dirigidas hacia los seres sintientes cuando el agresor tenga la intención de causar sufrimiento a la propietaria o cuidadora del animal.

Desde la tribuna, Ledesma explicó que la violencia vicaria tradicionalmente se asocia con el daño ejercido a través de hijas e hijos. Sin embargo, los agresores también recurren a las mascotas para manipular y controlar a sus víctimas, aprovechando el vínculo afectivo existente.
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Nuevas formas de control machista
La legisladora emecista destacó que la iniciativa surge de testimonios reales de mujeres que enfrentaron amenazas directas contra sus animales. “Hoy escuchamos frases como: si te vas, el perro se queda; si denuncias, no lo vuelves a ver o ‘voy a lastimarlo para que entiendas’. Eso es violencia vicaria. Es usar el sufrimiento de un ser inocente para lastimar a una mujer”, señaló Ledesma.
Actualmente, este tipo de coacción no figura explícitamente en las leyes, lo que deja a las víctimas en un estado de indefensión. Los agresores explotan este vacío legal conscientes del dolor que provoca el maltrato o la sustracción de una mascota querida.
Reconocimiento legal del vínculo afectivo
La propuesta tiene como objetivo central visibilizar que amenazar, lastimar o robar a un ser sintiente constituye una forma de violencia de género. Al reconocer legalmente estas conductas, el sistema de justicia podrá ofrecer medidas de protección más amplias que abarquen tanto a las mujeres como a los animales que forman parte de su núcleo familiar.
“Lo que proponemos es reconocer explícitamente que amenazar, maltratar o sustraer a un ser sintiente puede ser una forma de violencia vicaria”, concluyó la diputada, subrayando la urgencia de adaptar las leyes a las nuevas dinámicas de violencia que enfrentan las capitalinas.

