Foto: OpenAI

Una organización comercial japonesa, que integra a importantes creadores de medios como Studio Ghibli, Square Enix y Bandai, envió una carta a OpenAI con fecha del 28 de octubre. La misiva aborda supuestas violaciones de derechos de autor por el uso de contenido japonés en el modelo de conversión de texto a vídeo Sora 2.

En la carta, CODA señala la similitud de los vídeos generados por Sora 2 con contenido japonés protegido y solicita dos acciones específicas: no utilizar contenido de CODA como datos de entrenamiento sin permiso previo y responder con sinceridad a cualquier queja sobre derechos de autor presentada por sus miembros.

Controversia tras el lanzamiento de Sora 2

El modelo Sora 2, lanzado por OpenAI a finales de septiembre, generó alerta en la industria de la propiedad intelectual debido a la similitud de su contenido con franquicias como Pokémon, los universos de Hideo Kojima y algunas producciones de Studio Ghibli. La reacción no incluyó demandas inmediatas ni amenazas legales, sino que CODA buscó un enfoque conciliador para abordar las infracciones potenciales.

Según la organización, la replicación de contenido japonés durante el aprendizaje automático puede constituir una infracción de derechos de autor, especialmente cuando la generación de vídeos imita de manera significativa obras protegidas. Esta posición refleja un cuidado por el uso ético de la inteligencia artificial en la creación de contenido.

La formulación de la supuesta infracción difiere del tono común de las demandas en Estados Unidos. Mientras que en EE. UU. se suelen exigir acciones inmediatas o sanciones legales, en Japón CODA adopta un enfoque de diálogo previo, apoyándose en la legislación local que regula el uso de obras protegidas en IA.

Marco legal japonés sobre IA y derechos de autor

La Ley de Derechos de Autor de Japón, especialmente el artículo 30-4, establece que la explotación con fines distintos al disfrute, como el desarrollo de IA o análisis de datos, puede permitirse en principio sin autorización previa del titular.

Sin embargo, CODA puntualiza que generalmente se requiere autorización previa para el uso de obras protegidas, y que no existe un mecanismo legal que permita evitar responsabilidad por infracción mediante objeciones posteriores. Por ello, la organización solicita a OpenAI respetar los derechos de autor desde el inicio del entrenamiento de Sora 2.

Impacto en la industria y próximos pasos

Este caso marca un precedente importante sobre la relación entre inteligencia artificial y propiedad intelectual, especialmente en la industria japonesa de entretenimiento, que valora la protección de su contenido creativo. OpenAI aún no ha emitido una respuesta formal sobre los planteamientos de CODA, pero la carta subraya la importancia de establecer protocolos claros para el uso de obras protegidas en IA.

CODA reafirma así su compromiso con la protección de la propiedad intelectual, la ética en el desarrollo de inteligencia artificial y la colaboración con empresas tecnológicas para prevenir infracciones y fomentar el respeto a los creadores originales.