La violencia psicológica es el tipo de agresión más recurrente entre mujeres, niñas y adolescentes de la entidad, de acuerdo con registros del Programa de Prevención y Atención a la Violencia Familiar y de Género de los Servicios de Salud de Yucatán (SSY).

Atención integral para víctimas

Claudette Curthbert Álvarez, responsable del programa, explicó que este busca ofrecer atención integral y multidisciplinaria a las mujeres que viven situaciones de violencia, con el objetivo de restaurar tanto su salud física como su bienestar emocional.

Violencia psicológica rara vez aislada

Según las estadísticas del programa, la violencia psicológica suele coexistir con agresiones físicas o sexuales. De enero a agosto de este año se registraron 201 delitos en contra de mujeres, es decir 2.56 por cada 100 mil habitantes, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Durante el mismo periodo, se atendieron 1,093 llamadas de emergencia por violencia contra la mujer y 1,817 por incidentes de violencia de pareja.

Importancia de acudir a lugares seguros

Claudette Curthbert señaló que los casos de violencia psicológica muchas veces van acompañados de violencia física o sexual, por lo que es esencial que las mujeres conozcan los módulos especializados, donde serán escuchadas y acompañadas sin revictimización.

Violencia de género sin distinción

“Este fenómeno no distingue edad, condición social ni nivel educativo, y puede presentarse en cualquier ámbito”, indicó. Aunque Mérida concentra el mayor número de atenciones por contar con más módulos, la violencia ocurre también en diversos municipios del estado.

Red de atención especializada

Actualmente, Yucatán cuenta con 14 módulos especializados, distribuidos en Mérida y municipios, donde médicos, psicólogos y trabajadores sociales brindan atención integral. El programa atiende principalmente a mujeres mayores de 15 años, aunque está abierto a cualquier persona víctima de violencia familiar o de género.

Canales de apoyo y prevención

En los módulos, el personal realiza atención médica y psicológica inicial y, de ser necesario, canaliza a las usuarias a otras instancias especializadas, como la Fiscalía, el Instituto para la Igualdad entre Mujeres y Hombres o refugios temporales.

Romper el silencio es clave

“Lo más importante es que las mujeres sepan que no están solas; hay lugares donde serán escuchadas, orientadas y acompañadas con respeto y empatía. La violencia no debe normalizarse ni justificarse”, concluyó Curthbert Álvarez.