por Adrián Trejo

Aunque en público Morena y aliados critican el “relanzamiento del PAN’’, en privado lo celebran pues para ellos el refrán de “divide y vencerás’’ es una verdad absoluta.

Para las elecciones del 2027, se esperaba la conformación de dos bloques: PAN y PRI (y en una de esas el MC en algunos estados) contra Morena-Verde y PT.

Aunque el Verde se está dando a desear para encarecer la negociación, como es costumbre, no hay duda que acompañará a Morena; sabe que sin el apoyo del partido guinda no podría conservar San Luis Potosí ni Quintana Roo, su bastión más preciado por la cantidad de negocios que tienen en la entidad.

El PT sin Morena apenas alcanzaría a mantener su registro (lo había perdido en el 2018, pero una maniobra de Miguel Osorio Chong, desde Gobernación, le permitió conservarlo).

Así que, mientras los tres alegres compinches se frotan las manos, Acción Nacional decidió romper de tajo la posibilidad de una alianza parcial con el PRI, que podría haberles redituado mayor competitividad.

Ni hablar.

La magistrada Janine Otálora dejará su posición en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) al cumplir los 9 años por los que fue designada.

Lo malo de su salida es que abre la puerta para que desde el Senado se nombre a otro afín a Morena al de por sí ya colonizado Tribunal.

Otálora, junto con Reyes Rodríguez, representaban la oposición dentro del organismo, que avaló una mayoría artificial de Morena en el Congreso con los resultados que ya todos conocemos.

Ahora sí, la triada compuesta por los Felipes (De la Mata y Fuentes) y su presidenta Mónica Soto podrán seguir favoreciendo al gobierno y su partido sin la voz incómoda de Janine.

De nada vale, de nada, que las autoridades michoacanas hayan detenido al presunto asesino del presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, Bernardo Bravo Manríquez.

El empresario había denunciado amenazas y extorsiones desde que decidió hacer públicos los cobros de piso del que eran objeto los productores de limón de la zona.

Pese a la denuncia, las autoridades ni siquiera le ofrecieron, según trascendió, una escolta o algún tipo de protección, sobre todo considerando que el narco en el estado ya había matado a otros empresarios que se negaron a pagar las extorsiones de que eran objeto.

Horas después del asesinato, se informó de la detención del presunto autor material.

Ya para qué, si lo indispensable era la protección.

Y luego no quieren que la gente piense que en estos casos de alto impacto, hay participación por acción u omisión de las autoridades.

La presidenta Claudia Sheinbaum anunció ayer el inicio de la entrega de ayudas por 20,000 pesos a las familias afectadas por las inundaciones en Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí.

Y, aunque los ojos de todo el mundo se han concentrado en Poza Rica y Álamo, Puebla también resultó ser de los más afectados.

El fin de semana pasado, la mandataria estuvo en algunas de las zonas afectadas acompañada del gobernador Alejandro Armenta, supervisando la reconstrucción de caminos, sobre todo en la Sierra Norte, que causaron la muerte de 19 personas, 5 desaparecidos y en total, daños a 64 mil poblanos en los 23 municipios afectados.

Los esfuerzos se orientan a recuperar 134.8 kilómetros de vías de comunicación dañadas, lo que dejó 404 deslaves; se han removido 40 mil 442 metros cúbicos de lodo, 24 mil 521 metros lineales de avenidas y calles y 24.5 kilómetros de asfalto dañado.

De a poco, pero ahí va.