El presidente Donald Trump declaró que la decisión de China de dejar de comprar soya a Estados Unidos constituye un “acto hostil” y anunció medidas de represalia. Según indicó en su plataforma Truth Social, su gobierno dejará de importar aceite de cocina proveniente del país asiático.
Trump afirmó que su administración está “considerando terminar nuestros negocios con China en lo que respecta al aceite de cocina y otros elementos de comercio como retribución”. Esta postura marca un nuevo capítulo en las tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo, que en su segunda presidencia han vuelto a escalar con amenazas de aranceles recíprocos.
El tono diplomático cambia
Días antes, Trump había intentado suavizar el discurso. “Tenemos una relación justa con China y creo que estará bien. Y si no, está bien también”, comentó a reporteros en la Casa Blanca. Sin embargo, sus recientes declaraciones reavivan la confrontación.
El mandatario añadió que Washington debe tener cuidado con China, aunque señaló que mantiene una “gran relación con el presidente Xi (Jinping)”. En palabras de Trump, “a veces se vuelve tensa, porque a China le gusta aprovecharse de las personas. Donde se lanzan golpes, hay que poner bloqueos.”

Reacciones desde el Tesoro estadounidense
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, acusó a China de querer “dañar la economía global” tras imponer nuevos controles a las exportaciones de tierras raras, un sector clave dominado por el país asiático. Estas restricciones afectan la producción de metales esenciales para las industrias automotriz, electrónica y de defensa.
Bessent aseguró que “esto es una señal de cuán débil es su economía y quieren arrastrar a todos los demás con ellos.”
Impacto en los agricultores estadounidenses
En su publicación en Truth Social, Trump destacó que la interrupción de las compras de soya por parte de China genera dificultades para los agricultores estadounidenses. En los últimos años, las importaciones de grasas animales, sebos y aceites procesados desde Estados Unidos —incluidos los aceites usados para cocina— se incrementaron debido al auge de la producción de diésel a base de biomasa.
Nuevas medidas y respuesta de Pekín
Desde este martes, Pekín impone tarifas especiales a los buques estadounidenses que entren en sus puertos, en respuesta a medidas similares anunciadas por Washington.
A pesar de que el domingo Trump pareció moderar su discurso al escribir que “todo estará bien” y que Estados Unidos quiere “ayudar a China”, el gobierno chino acusó a Washington de mantener “dobles estándares”.
Este martes, China advirtió que está lista para “luchar hasta el final” en una guerra comercial que amenaza con escalar aún más las tensiones internacionales.
Información: AFP