Este 14 de octubre es el último día de soporte oficial para Windows 10, el sistema operativo que marcó una era en la informática personal. A partir de ahora, Microsoft dejará de emitir actualizaciones de seguridad, lo que significa que los equipos con esta versión quedarán expuestos a nuevas vulnerabilidades que se descubran en el futuro.
Un sistema operativo aún demasiado popular
El gran problema de esta medida es que Windows 10 sigue siendo ampliamente utilizado. Aunque Windows 11 ya lo supera en cuota de mercado, la diferencia es mínima. De acuerdo con Statcounter GlobalStats, en septiembre de 2025 Windows 11 alcanzó el 48,94% de participación global, mientras que Windows 10 conserva un 40,5%.
Source: StatCounter Global Stats - Windows Version Market Share
Esto implica que cuatro de cada diez equipos con sistema operativo Windows seguirán usando una versión sin soporte y sin protección. Peor aún, Windows 7 continúa instalado en el 9,61% de los equipos, lo que eleva el riesgo de ciberataques y fallos de seguridad.
Opciones que ofrece Microsoft
Para aplacar el impacto de este fin de soporte, Microsoft ofrece dos alternativas. La primera es un programa de pago llamado “Actualizaciones de Seguridad Extendidas” (ESU), disponible para quienes usen Windows 10 versión 22H2.
Este programa permite recibir actualizaciones críticas durante tres años, pero con un costo progresivo: 61 dólares el primer año, 122 el segundo y 244 el tercero. Según la empresa, esta medida ofrece tiempo adicional “mientras realizan la transición a Windows 11”.

Una extensión gratuita en Europa y Estados Unidos
Sin embargo, Microsoft también anunció una extensión gratuita de soporte por un año adicional para usuarios de Europa y Estados Unidos. Activarla es sencillo: solo hay que iniciar sesión con una cuenta de Microsoft para habilitar esa opción.
Aun así, la mejor alternativa sigue siendo actualizar a Windows 11. La actualización es gratuita para la mayoría de los equipos con Windows 10, siempre que cumplan los requisitos de hardware establecidos. Incluso hay formas de “saltarse” esas restricciones e instalar una versión modificada del sistema.
Linux, una alternativa viable
Más allá de Windows, Linux surge como una opción interesante para quienes prefieran mantener su equipo actual. Las distribuciones modernas son fáciles de usar y permiten realizar casi las mismas tareas que en Windows, incluyendo videojuegos gracias a la plataforma Proton de Steam.
Un impulso para los fabricantes de computadoras
El fin del soporte de Windows 10 también representa una oportunidad para la industria tecnológica. Muchos usuarios y empresas aprovecharán la ocasión para renovar sus equipos.
Según la consultora IDC, en el tercer trimestre de 2025 se distribuyeron un 9,4% más de computadoras que en el mismo periodo del año anterior. Los viejos equipos con Windows 10 ya se consideran un riesgo de seguridad, especialmente en entornos empresariales, lo que acelera la renovación tecnológica.