La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que las preocupaciones de la Iniciativa Privada por el incremento al impuesto a las bebidas azucaradas (IEPS) “no tienen sustento”, y confirmó que el gravamen se mantiene.
Durante su conferencia de este jueves, Sheinbaum respondió a los señalamientos de empresarios que consideran el impuesto “ni saludable ni efectivo”, y que podría afectar a más de un millón de tienditas en todo el país.
El objetivo: reducir el consumo de azúcar
La mandataria subrayó que el propósito del impuesto no es recaudatorio, sino proteger la salud pública.
“El exceso de consumo de bebidas azucaradas provoca daños a la salud. Queremos que se consuma menos”, declaró.
Sheinbaum añadió que se mantiene el diálogo con el sector empresarial y la Secretaría de Salud para promover bebidas más saludables.
El debate con empresarios y legisladores
Mientras tanto, representantes de la iniciativa privada se reunieron con la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados para pedir que se frene el aumento del IEPS, calificándolo de “regresivo y recesivo”.
Cuauhtémoc Rivera, de la Alianza Nacional de Pequeños Negocios (Anpec), criticó a Morena por impulsar una medida que antes consideraban “neoliberal”.
A pesar de las críticas, el gobierno federal insiste en que el impuesto busca reducir el consumo de refrescos hasta en un 7% y recaudar 41 mil millones de pesos, según estimaciones de la Secretaría de Salud.