El Premio Nobel de Medicina 2025 ha sido otorgado por el descubrimiento de unas células inmunitarias con una función esencial: los linfocitos T reguladores o Treg, encargados de evitar que el sistema inmunitario ataque al propio organismo. Este hallazgo mejora la comprensión de las enfermedades autoinmunes y ofrece nuevas pistas para tratar ciertos tipos de cáncer.
El sistema inmunitario tiene una doble tarea: detectar y eliminar amenazas como virus o células dañadas, pero también evitar destruir células sanas. Los linfocitos T reguladores desempeñan un papel crucial en este equilibrio, manteniendo a raya las respuestas inmunitarias inadecuadas.
Cómo funcionan los linfocitos T reguladores
El funcionamiento de estas células fue revelado en dos etapas: en los años 1990, el japonés Shimon Sakaguchi demostró su existencia, y en los años 2000, los estadounidenses Mary Brunkow y Fred Ramsdell detallaron su base genética.
Los linfocitos T, generados en el timo, atacan directamente a los intrusos del organismo. Sin embargo, algunos podrían volverse contra células sanas si no existiera un “contingente regulador” que controla su actividad.
Estas células secretan sustancias que inhiben a los linfocitos asesinos, impidiendo respuestas inmunitarias excesivas. Así, evitan que el cuerpo se dañe a sí mismo mientras lucha contra patógenos.
Implicaciones para enfermedades autoinmunes y cáncer
Este descubrimiento ha sido clave para entender enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, donde un defecto en los linfocitos T reguladores agrava la enfermedad.
Por otro lado, un exceso de estas células también puede ser perjudicial, ya que en algunos tumores cancerosos se han detectado grandes cantidades de linfocitos Treg que bloquean la respuesta inmunitaria contra las células malignas. También se sospecha que están implicadas en la persistencia de infecciones como el covid prolongado.
Además, los linfocitos T reguladores tienen un papel fundamental en la prevención del rechazo de órganos trasplantados, al moderar la respuesta del sistema inmunitario.
Futuras terapias y retos científicos
La comunidad científica trabaja en terapias basadas en los linfocitos T reguladores. En enfermedades autoinmunes como el lupus, se exploran estrategias para estimular su producción o administrarlas directamente. En oncología, se investiga cómo reducir su exceso para fortalecer la respuesta inmune contra los tumores.
Sin embargo, la investigación se encuentra aún en fases iniciales. “Existe una gran brecha entre comprender el sistema inmunitario en el laboratorio y desarrollar un medicamento seguro y eficaz para los humanos”, reconoce el inmunólogo Jonathan Fisher.
El Nobel 2025 reconoce así un avance que redefine la comprensión del sistema inmunitario y abre el camino hacia nuevos tratamientos para enfermedades autoinmunes, cáncer y trasplantes.
AFP