La capital yucateca enfrenta un problema de movilidad derivado de su expansión desordenada y de la dependencia casi absoluta del automóvil, advirtió el arquitecto Juan Carlos Rojo Carrascal, quien participará en el foro “Las ciudades que soñamos”, del 22 al 25 de septiembre, en el marco del Día Mundial Sin Automóvil.
El especialista explicó que Mérida ha rebasado los límites de su periférico con desarrollos que se conurban con poblaciones cercanas, generando una ciudad difusa, de crecimiento expansivo y con desigualdades en el acceso a la movilidad.
“El automóvil facilita que la gente viva cada vez más lejos del centro, pero a la larga multiplica los problemas. En Mérida, incluso con el pretexto del calor, se usa el coche para recorrer apenas dos o tres cuadras”, señaló.
Congestión, contaminación e inseguridad
Este uso indiscriminado del coche ha provocado congestionamiento vial constante, contaminación, inseguridad en las calles y pérdida de calidad de vida para quienes no cuentan con vehículo propio.
Según estadísticas de la Secretaría de Seguridad Pública de 2015 a 2023, el número de automóviles particulares registrados en la zona metropolitana de Mérida aumentó 53.86 por ciento, pasando de 545 mil 166 a 838 mil 726 unidades en ocho años.
La saturación es tal que la tasa por cada cien habitantes alcanza 66.82 por ciento, lo que significa que casi dos de cada tres personas poseen un vehículo propio, ya sea automóvil, camioneta o motocicleta.
Infraestructura a favor del coche limita la movilidad activa
Rojo Carrascal advirtió que mientras más se invierte en infraestructura para autos como calles más anchas o nuevos carriles se reducen las posibilidades para peatones y ciclistas.
“Una calle de cinco carriles es mucho más peligrosa de cruzar a pie. Esto termina aislando a las personas de su entorno inmediato; alguien puede tener un parque a tres cuadras, pero si tiene que atravesar una vía de alta velocidad, deja de usarlo. Es un círculo vicioso que refuerza la dependencia del automóvil y limita la vida comunitaria”, dijo.
Hacia una movilidad más inclusiva
El arquitecto consideró que Mérida debe redirigir su política de movilidad hacia la caminata, la bicicleta y el transporte público, mediante banquetas amplias, continuas y accesibles, ciclovías en las vialidades principales y reducción gradual de velocidades máximas permitidas.
“Hay mucha gente mayor, personas con muletas o en silla de ruedas, familias con carriolas, que necesitan condiciones para caminar. Hoy las banquetas están llenas de interrupciones o ni siquiera existen. Eso simplemente excluye a una parte de la ciudadanía”, afirmó.
Más del 50 por ciento de la población de Mérida no posee automóvil por razones económicas, por lo que cualquier política que priorice al coche perpetúa la desigualdad urbana.
Foro sobre movilidad en Mérida y Valladolid
El foro “Las ciudades que soñamos”, organizado por el Laboratorio de Urbanismo de la Universidad Modelo, el Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial (Imdut) y el Cinvestav, contará con conferencias, talleres y mesas de trabajo en Mérida y Valladolid.
Rojo Carrascal presentará el martes 23 de septiembre en Mérida una conferencia sobre movilidad activa, seguida de un taller dirigido a tomadores de decisiones, enfocado en políticas públicas a favor de la bicicleta. El jueves 25 llevará estas reflexiones a Valladolid.
“Se trata de concientizar no solo a funcionarios y políticos, sino también a la sociedad. Quienes usan el automóvil defienden sus privilegios, pero muchas veces olvidan que la mayoría se traslada sin coche. Apostar por banquetas y ciclovías no es un lujo, es una necesidad”, concluyó.