A pesar de que para la cultura maya los equinoccios representan momentos importantes dentro de su cosmovisión agrícola y astronómica, en la actualidad solamente el que ocurre en primavera es al se le da la difusión debida, principalmente porque coincide con un día de asueto, lamentó el arqueólogo Alfredo Barrera Rubio, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah).
Otoño, un fenómeno sin la misma difusión
En contraste, dijo, que el fenómeno de otoño “no está asociado a un día inhábil ni a programas turísticos especiales, lo que reduce el interés del público, aunque su importancia es igual de significativa dentro del calendario maya”.
El equinoccio de otoño 2025
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), este 2025 el Equinoccio de Otoño ocurrirá hoy 22 de septiembre a las 12:19 horas, sin embargo, en Yucatán no se esperan las mismas multitudes que suelen congregarse en marzo en sitios como Chichén Itzá y Dibichaltún.
Entre el turismo y la ciencia
“El equinoccio de primavera coincide con el natalicio de Benito Juárez, que es un día feriado. Eso hace que tenga mayor afluencia y difusión, más como un espectáculo turístico que como un interés científico”, recalcó Barrera Rubio en entrevista con 24 HORAS Yucatán.
Recordó que en ese periodo se realizan actividades culturales adicionales, como bailables y shows de luz y sonido.
Calendario agrícola y ritual en la cultura maya
El investigador precisó que los mayas organizaban su vida agrícola y ritual a partir de la observación del cielo, en especial del sol, la luna y Venus. Los solsticios y equinoccios, dijo, eran fundamentales en la construcción de calendarios y en la orientación de sus edificios.
“El calendario agrícola sigue teniendo un peso real en las comunidades mayas actuales, sobre todo por la centralidad del maíz en la vida cotidiana”, subrayó.
Sitios arqueológicos donde observar el fenómeno
Respecto a los sitios donde se puede apreciar el fenómeno, destacó que además de Chichén Itzá, donde la proyección de la “serpiente de luz” en la escalinata de Kukulcán se ha convertido en un ícono turístico, en Dzibilchaltún la observación del sol a través del Templo de las Siete Muñecas resulta particularmente notable durante el equinoccio de otoño.
También en Uxmal, Oxkintok y otras ciudades mayas, añadió, se registran juegos de luz y sombra vinculados a la astronomía.
Más allá de Chichén Itzá
Barrera Rubio aclaró que estos eventos “no son exclusivos de Chichén Itzá”, pues construcciones con orientaciones astronómicas existen en toda la región maya, desde Campeche y Yucatán hasta Guatemala.
Expectativas para este año
Este día tanto Chichén Itzá como Dzibilchaltún operarán en sus horarios habituales durante el equinoccio de otoño, sin actividades extraordinarias previstas, por lo que la asistencia dependerá más del interés personal de los visitantes que de la promoción turística del fenómeno.