El Parque Zoológico del Centenario es uno de los espacios recreativos más emblemáticos de Mérida, Yucatán. Desde su fundación en 1910, este lugar se ha consolidado como un símbolo de identidad local y regional, al combinar entretenimiento, conservación y educación ambiental. Durante más de un siglo, generaciones de meridanos y visitantes han recorrido sus áreas, convirtiéndolo en un referente de la ciudad.
Historia y origen del Centenario
El Centenario nació con motivo del cien aniversario de la Independencia de México. El entonces presidente Porfirio Díaz inauguró oficialmente el parque el 18 de septiembre de 1910. En sus primeros años funcionó como jardín botánico, con un diseño que incluía una alameda con quiosco, bancas importadas y un lago donde los visitantes podían practicar natación y remo.

Un hecho simbólico ocurrió durante la inauguración: la siembra del árbol del zapote, bajo el cual se enterró una urna del tiempo con recuerdos que serían abiertos 100 años después. Ese árbol histórico, conocido como el “árbol del Centenario”, sigue en pie como un testigo silencioso de la historia de Mérida.

La transformación más importante llegó en 1962, cuando el parque se convirtió oficialmente en zoológico tras una remodelación supervisada por el Zoológico de Chapultepec. Décadas después, en 1992, se añadió el aviario, y en 1997 se construyó el herpetario, ampliando así la oferta educativa y recreativa del lugar.
Diversidad de especies
Actualmente, el Zoológico del Centenario alberga entre 612 y 637 animales, pertenecientes a más de 80 especies provenientes de los cinco continentes.
Entre los ejemplares más destacados se encuentran:
- Felinos: leones, tigres, jaguares, pumas, ocelotes, tigrillos y un tigre blanco.
- Mamíferos grandes: jirafas, hipopótamos, cebras, avestruces y dromedarios.
- Primates: destacan los chimpancés “Susy” y “Rocky”. Susy, llegada en 1985 como parte de un intercambio con el zoológico de Puebla, es el animal más longevo del parque.
- Aves: tucanes, guacamayas, flamencos rosas, águilas y chachalacas.
- Reptiles: cocodrilos, iguanas, tortugas y serpientes.
La variedad de especies permite a los visitantes tener un contacto directo con la fauna mundial, al mismo tiempo que fomenta la conciencia sobre la necesidad de proteger la vida silvestre.

Conservación y cuidados veterinarios
Desde 1999, el Centenario opera como Unidad de Manejo y Aprovechamiento de la Vida Silvestre (UMA), colaborando en el rescate y rehabilitación de ejemplares junto con autoridades federales.
En 2020 se inauguró un hospital veterinario de última generación, equipado con sistemas de monitoreo de signos vitales, quirófanos y máquinas de anestesia por inhalación. Gracias a estas instalaciones, los animales reciben atención médica de calidad.
Los felinos, por ejemplo, consumen en promedio 120 kilos de carne roja y pollo al día, y durante la temporada de calor reciben paletas heladas de carne para disminuir la sensación térmica.
Educación ambiental
Uno de los pilares del Centenario es su labor educativa. Desde 1988 se desarrolla el programa “EducaZoo”, con actividades dirigidas a estudiantes y público en general.
Entre los servicios educativos destacan:
- Zoovisitas: recorridos guiados de 90 minutos.
- Zooclases: actividades manuales y pláticas con materiales reciclados.
- Zoopláticas: charlas sobre especies en peligro de extinción y diversidad animal.
- Integrazoo: experiencias inclusivas con intérprete de lengua de señas mexicana.
Estas actividades buscan sembrar en los niños y jóvenes la importancia de proteger el entorno natural y respetar a los animales.

Reproducción y nacimientos
El zoológico también ha tenido logros significativos en programas de reproducción. En 2019, por ejemplo, nació un hipopótamo de entre 40 y 50 kilos, cría de la hembra Pipa y el macho Gorgo; también en noviembre de 2024 nació una cebra macho.
Importancia social y económica
El Centenario recibe más de 1.2 millones de visitantes al año, superando en afluencia incluso a zonas arqueológicas de Yucatán como Uxmal, Ek Balam y Dzibilchaltún. Una de las razones de este éxito es que la entrada es gratuita, lo que lo convierte en un espacio accesible para todas las familias, que además pueden llevar sus propios alimentos.
Este factor lo consolida como un punto de encuentro popular y un motor económico indirecto, al atraer tanto a locales como a turistas.
Un pulmón verde en Mérida
El zoológico ocupa 7 hectáreas con más de 1,500 árboles, lo que lo convierte en uno de los principales pulmones verdes de la ciudad. Dentro de su inventario se encuentra el zapote histórico plantado en 1910, que sigue siendo un símbolo del parque.
La administración del Centenario está a cargo del Ayuntamiento de Mérida, a través de la Dirección de Servicios Públicos Municipales, con la misión de mantener en óptimas condiciones las áreas verdes, la colección de fauna y los servicios que disfrutan los visitantes.

