Un Chevrolet Vega de 1975, completamente nuevo, fue desenterrado en Seward, Nebraska. El vehículo permaneció enterrado 50 años en una bóveda de 45 toneladas de hormigón, diseñada por el comerciante local Harold Davisson con el objetivo de crear la mayor cápsula del tiempo del mundo.
El desentierro ocurrió el 4 de julio de 2025, exactamente medio siglo después de ser sellada, cumpliendo el sueño de Davisson de preservar un vehículo y objetos representativos de la década de los 70.

Una cápsula del tiempo sin precedentes
La cápsula contenía más de 5.000 objetos, incluyendo cartas personales, dibujos infantiles, cintas de casete con mensajes al futuro y curiosidades típicas de la época, como una Pet Rock, una sartén de teflón y una muñeca Barbie de 1975. También se incluyó una motocicleta Kawasaki y un Toyota Corolla, que fue rescatado en 2024 como parte de los preparativos para la apertura.
Según KLKN News, la cápsula fue diseñada para que la apertura coincidiera con la presencia de la mayoría de las personas que contribuyeron a sellarla, creando así un momento histórico para la comunidad local.
El Chevrolet Vega: un coche histórico
El Chevrolet Vega fue elegido por Davisson como protagonista automotriz de la cápsula. Este modelo, nacido en 1970 para competir contra los compactos japoneses y europeos, adquirió mala fama por problemas de fiabilidad y diseño, siendo catalogado por la prensa de la época como uno de los peores coches fabricados en Estados Unidos, junto con el Ford Pinto.

A pesar de ello, el Vega ha sobrevivido casi intacto durante 50 años. Apenas presenta óxido en el capó y ligeros daños en el volante. Su matrícula con el número “2025” hace referencia al año de su desentierro. Esta conservación lo convierte en una rareza histórica y un icono de la nostalgia automotriz.
Más que un coche: un viaje en el tiempo
El Chevrolet Vega compartió la cápsula con otros objetos significativos de los años 70, permitiendo recrear un retrato tridimensional de la vida en esa década. Aunque algunas cartas sufrieron daños por el agua, la mayoría de los objetos se mantuvieron en perfecto estado, y ahora se intenta devolverlos a las familias que los depositaron en 1975.
La hija de Davisson, Trish Johnson, explicó que algunos registros de los objetos se perdieron, y que otra caja con recibos fue robada en los años 90, lo que ha dificultado la tarea de catalogar el contenido.
Del pasado al presente
Tras su desentierro, el Chevrolet Vega recibió una puesta a punto y participó en la tradicional cabalgata del 4 de julio en Seward, destacando como un símbolo de persistencia, nostalgia y pasión por la historia. Aunque su destino final aún es incierto, podría integrarse en un museo o restaurarse para circular, consolidando su estatus de objeto histórico invaluable.
Harold Davisson y su visión
La cápsula fue diseñada por Harold Davisson con un nivel de ingeniería único: reforzada con hormigón y coronada con una pirámide, lo que permitió preservar el vehículo y los objetos en excelentes condiciones. Su idea era crear un legado para las futuras generaciones, mostrando cómo era la vida cotidiana, los objetos y la cultura de los años 70 en Estados Unidos.