Con el objetivo de proteger las tradiciones artesanales de la región y expandir su mercado a nivel nacional e internacional, autoridades y productores trabajan en conjunto para impulsar el proyecto Herencia Viva de Yucatán.
Censo de artesanos y catálogo diversificado
De acuerdo con el Instituto Yucateco del Emprendedor (IYEM), actualmente se cuenta con un censo de más de 17 mil emprendedores y artesanos, cuyo objetivo es verificar la autenticidad de cada creador y garantizar la calidad y legitimidad de los productos.
El director del IYEM, Salvador Vitelli Macías, destacó que existe un Catálogo Diversificado en Crecimiento, resultado de la identificación de una amplia variedad de artesanías yucatecas que reflejan la riqueza cultural del estado.
Productos representativos de Yucatán
Entre los productos más destacados se encuentran el textil bordado como guayaberas, hipiles y ternos, además del urdido de hamacas, la cestería de fibras blandas como el henequén y el tallado de madera. También sobresalen artículos de concha, lapidaria, talabartería, joyería artesanal y orfebrería, incluyendo la tradicional filigrana yucateca.
Expansión de puntos de venta y plataforma digital
El funcionario informó que actualmente existen seis tiendas físicas de Herencia Viva ubicadas estratégicamente en el Aeropuerto, Izamal, Monjas, el Parque de la Plancha, Uxmal, así como showrooms en el Instituto Yucateco de Emprendedores (IYEM) y la Ciudad de México.

Se proyecta la apertura de nuevas sucursales, con alta demanda de productos elaborados con henequén, jipi japa, licores artesanales, miel y textiles.
Además, Herencia Viva prepara el lanzamiento de su tienda virtual, que será la más grande de artesanías yucatecas. Este espacio incluirá un catálogo digital con más de mil 700 productos, ofreciendo a los compradores certeza de autenticidad y promoviendo el comercio justo y el reconocimiento de los artesanos.
Protección contra plagios y apropiación cultural
Las autoridades y los propios artesanos permanecen en alerta para proteger los diseños tradicionales ante posibles plagios o casos de apropiación cultural.
A diferencia de lo ocurrido con los huaraches oaxaqueños, en Yucatán no se han registrado robos intelectuales a gran escala; sin embargo, se han detectado productos de baja calidad que imitan las técnicas tradicionales de bordado mediante impresión, lo que afecta la percepción de los productos genuinos.
La complejidad y el tiempo que requiere la elaboración de cada pieza artesanal actúan como la mejor defensa contra las imitaciones.