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Un violento enfrentamiento entre hinchas de Independiente y Universidad de Chile dejó 19 heridos, tres de ellos en estado grave, y 98 detenidos tras el partido de octavos de final de la Copa Sudamericana. Los disturbios ocurrieron la noche del miércoles en el Estadio Libertadores de América, en Avellaneda, donde se lanzaron cuchillos, palos, butacas e incluso granadas de estruendo.

Según testigos, los fanáticos chilenos habrían iniciado el conflicto al arrojar una bomba de estruendo a un palco vecino. En respuesta, los aficionados de Independiente devolvieron proyectiles y acorralaron a sus adversarios, lo que desató una ola de violencia que se extendió por varios sectores del estadio.

Disturbios en Copa Sudamericana generan detenciones masivas
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Autoridades de Argentina y Chile evalúan responsabilidades

El presidente de Chile, Gabriel Boric, calificó los hechos como "inaceptable linchamiento de chilenos" y aseguró que su gobierno "protegerá los derechos de los ciudadanos". Además, ordenó al ministro del Interior, Álvaro Elizalde, viajar a Buenos Aires para acompañar a los heridos y supervisar las condiciones de los 98 detenidos.

Por parte de Argentina, el viceministro del Interior, Lisandro Catalán, informó que se trabaja en la identificación de los responsables y anunció que se aplicará derecho de admisión de por vida en los estadios argentinos para quienes participen en este tipo de hechos.

Testimonios revelan descontrol y falta de seguridad

Algunos asistentes denunciaron que las medidas de seguridad fueron insuficientes. Según el hincha Facundo Manent, "desde que comenzó el partido la parcialidad chilena estuvo lanzando piedras, butacas, orina y hasta caca". Agregó que "no hubo vallado" y que la policía tardó casi una hora en intervenir.

Otro testigo relató que un hincha chileno sufrió traumatismo de cráneo tras arrojarse desde la tribuna para escapar del ataque. "No hay muertos de milagro", declaró Michael Clark, presidente de la Universidad de Chile, tras visitar a los hospitalizados.

Disturbios en Copa Sudamericana generan detenciones masivas
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FIFA y Conmebol anuncian sanciones ejemplares

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, exigió "sanciones ejemplificadoras" y advirtió que este tipo de incidentes dañan gravemente la imagen del fútbol internacional. Por su parte, la Conmebol confirmó que actuará "con la mayor firmeza" y adelantó que se abrirá una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades.

Una fuente del organismo indicó que primero se debe recopilar información detallada sobre lo ocurrido dentro y fuera del estadio antes de aplicar posibles sanciones a clubes y jugadores.

Reacciones de clubes y asociaciones

La ANFP de Chile acusó a Independiente de mostrar "pasividad" para controlar la violencia, señalando que no se implementaron protocolos suficientes de seguridad. En respuesta, el club argentino aseguró que "el operativo cumplía con la normativa vigente", pero reconoció que "no alcanzó para contener la desmedida violencia desplegada".

Desde el gobierno de la provincia de Buenos Aires, se responsabilizó a la Conmebol por dilatar la suspensión del partido. El encuentro fue suspendido cuando el marcador estaba 1-1 y posteriormente cancelado. En el partido de ida, la Universidad de Chile había ganado 1-0.

Familias y aficionados esperan respuestas

A las afueras de las comisarías donde permanecen los detenidos, familiares y amigos aguardan información sobre su situación legal. La cónsul general de Chile en Buenos Aires, Andrea Concha Herrera, explicó que los arrestados fueron redistribuidos en varias localidades debido a la falta de espacio en los centros de detención. Las declaraciones de los detenidos comenzarán a recibirse este viernes.

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