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La PlayStation One (PS One) marcó una época dorada en los videojuegos, ofreciendo títulos que hoy son considerados clásicos imprescindibles. Desde aventuras épicas hasta retos de estrategia y acción, la consola de Sony conquistó a millones de jugadores alrededor del mundo.

En esta nota, te presentamos una selección de los mejores juegos de la PS One, aquellos que dejaron una huella imborrable en la historia de los videojuegos y que todavía generan nostalgia entre los fans.

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Gran Turismo (1997)

Gran Turismo es un videojuego de simulación de carreras desarrollado por Polyphony Digital y lanzado para PlayStation One en 1997. Reconocido por su realismo y detalle en la conducción, el juego ofrecía más de 140 autos de marcas reales y circuitos inspirados en pistas reales de todo el mundo.

Los mejores juegos de la PlayStation One

Su innovación radicó en combinar simulación precisa con la diversión de los videojuegos arcade, permitiendo a los jugadores ajustar y mejorar sus vehículos en diferentes modalidades de carrera.

El título fue un éxito inmediato, convirtiéndose en uno de los juegos más vendidos de la PS One, y dio inicio a una franquicia icónica que continúa hasta hoy, con múltiples secuelas y ediciones para consolas modernas.

Resident Evil 2 (1998)

Un título survival horror desarrollado por Capcom y lanzado para PlayStation One en 1998. La historia sigue a Leon S. Kennedy y Claire Redfield, dos protagonistas que deben sobrevivir a un brote viral que convierte a los ciudadanos de Raccoon City en zombis y otras criaturas aterradoras.

Los mejores juegos de la PlayStation One

El juego destaca por su atmósfera intensa, sus rompecabezas desafiantes y su innovador sistema de cámaras fijas, que aumentaba la tensión y el suspenso. Resident Evil 2 consolidó la serie Resident Evil como un referente del género, combinando acción, terror y narrativa cinematográfica.

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Gracias a su éxito, recibió varios remakes y adaptaciones, incluyendo un remake en alta definición para consolas modernas en 2019, que revitalizó su legado y presentó la experiencia clásica con gráficos y jugabilidad actualizados.

Final Fantasy VII (1997)

Desarrollado por Square (ahora Square Enix) y lanzado para PlayStation One en 1997. Es uno de los títulos más icónicos de la saga Final Fantasy y se considera un hito en la historia de los videojuegos por su narrativa profunda, personajes memorables y gráficos en 3D combinados con fondos pre-renderizados.

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El juego sigue la historia de Cloud Strife, un exsoldado que se une al grupo eco-terrorista Avalancha para luchar contra la corporación Shinra y enfrentarse al enigmático antagonista Sephiroth. Destaca por sus batallas por turnos estratégicas, el sistema de Materia que permite personalizar habilidades y magia, y su banda sonora memorable compuesta por Nobuo Uematsu.

Final Fantasy VII no solo consolidó la popularidad de los RPG en consolas domésticas, sino que también inspiró numerosos spin-offs, películas y un remake moderno lanzado por partes a partir de 2020, renovando la experiencia para nuevas generaciones.

Medal of Honor (1999)

Medal of Honor es un FPS desarrollado por DreamWorks Interactive y lanzado para PlayStation One en 1999. Fue uno de los primeros títulos en llevar la experiencia bélica de la Segunda Guerra Mundial a los videojuegos de consolas, ofreciendo una narrativa inmersiva basada en misiones reales de soldados aliados.

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En el títuloo, los jugadores asumen el rol de un soldado estadounidense que realiza operaciones de infiltración y combate detrás de las líneas enemigas en Europa. Medal of Honor se destacó por su realismo histórico, gráficos avanzados para la época y un sistema de armas auténticas, lo que lo convirtió en un referente dentro del género de FPS en consolas.

Parasite Eve (1998)

Lanzado en 1998 para PlayStation One, combinaba elementos de RPG, exploración y combate en tiempo real con una narrativa cinematográfica inspirada en la novela homónima de Hideaki Sena.

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La historia sigue a Aya Brea, una oficial del Departamento de Policía de Nueva York, que debe enfrentar mutantes y criaturas generadas por un parásito que amenaza con transformar a la humanidad.

El juego destacó por su sistema de combate híbrido, que combinaba ataques en tiempo real con tácticas estratégicas propias de los RPGs, y por su atmósfera oscura y realista, algo poco común en los juegos de la época.

Metal Gear Solid (1998)

El título, lanzado en 1998 para PS One, fue desarrollado por KONAMI y dirigido por Hideo Koyima. El jugador toma el control de Solid Snake, un soldado de élite retirado, que es enviado a Shadow Moses, una base nuclear tomada por un grupo terrorista llamado FOXHOUND. Su misión es rescatar rehenes, detener el lanzamiento de armas nucleares y enfrentarse a antiguos compañeros convertidos en enemigos.

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La narrativa fue revolucionaria para su tiempo, con cinemáticas al estilo cinematográfico, giros inesperados y personajes memorables como Revolver Ocelot, Sniper Wolf y el temible Liquid Snake.

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Su jugabilidad por supuesto fue innovadora, ya que Introdujo el sigilo como mecánica principal: el jugador debía evitar enfrentamientos directos y usar la estrategia para avanzar. Contaba con gadgets como el radar de solitón, cajas de cartón para camuflarse y sensores de movimiento. Por si fuera poco, algunos jefes exigían técnicas innovadoras, como la pelea contra Psycho Mantis, donde el jugador debía cambiar el control de puerto para vencerlo.

Legacy of Kain: Soul Reaver (199)

En 1999 llegó a la PlayStation One uno de los títulos más memorables de acción y aventura en tercera persona: Legacy of Kain: Soul Reaver, desarrollado por Crystal Dynamics y distribuido por Eidos Interactive.

El juego transporta al jugador al mundo gótico y decadente de Nosgoth, donde la traición y la venganza marcan el destino de los personajes. La historia sigue a Raziel, un vampiro convertido en segador de almas después de haber sido castigado y arrojado al abismo por su maestro, Kain. Tras ser rescatado por el Dios Anciano, Raziel regresa con un solo propósito: vengarse de Kain y restaurar el equilibrio en un mundo corrompido.

Uno de los elementos más innovadores del título fue la posibilidad de desplazarse entre dos dimensiones: el plano material y el plano espectral. Este cambio alteraba por completo la estructura de los escenarios y obligaba al jugador a resolver acertijos complejos y descubrir caminos ocultos, lo que aportaba una profundidad única a la jugabilidad. Además, Raziel podía absorber las almas de sus enemigos derrotados para recuperar energía, reforzando la atmósfera oscura y mística del juego.

La exploración en 3D, los combates dinámicos contra criaturas vampíricas y la ambientación cargada de simbolismo hicieron de Soul Reaver una experiencia inmersiva que marcó a toda una generación de jugadores.

Dino Crisis (1999)

En 1999, Capcom lanzó uno de los juegos más recordados de la primera PlayStation: Dino Crisis, un survival horror que trasladó la tensión del género hacia un escenario completamente nuevo, donde los enemigos no eran zombis ni criaturas sobrenaturales, sino dinosaurios letales. El título debutó el 1 de julio de 1999 en Japón, y poco después llegó a Norteamérica y Europa, convirtiéndose rápidamente en un éxito de ventas.

El juego fue dirigido por Shinji Mikami, creador de Resident Evil, y presentaba una fórmula similar, pero con un giro innovador. El jugador asume el papel de Regina, una agente especial enviada junto con su equipo a la isla de Ibis para investigar un misterioso proyecto militar. Al llegar, descubren que el lugar ha sido invadido por dinosaurios que escaparon de un experimento científico, transformando la misión en una lucha desesperada por sobrevivir.

A diferencia de otros survival horror de la época, Dino Crisis destacó por el uso de gráficos en 3D en tiempo real, lo que aportaba escenarios más dinámicos y realistas. Además, la inteligencia artificial de los dinosaurios ofrecía un desafío mayor: estas criaturas podían perseguir, emboscar y atacar con ferocidad, haciendo que cada enfrentamiento se sintiera impredecible.

La atmósfera de tensión se reforzaba con la escasez de recursos, los acertijos característicos del género y un guion cargado de giros dramáticos. Todo esto consolidó al juego como un referente del survival horror y como el inicio de una saga que, aunque no alcanzó la longevidad de Resident Evil, dejó una huella imborrable en la historia de PlayStation.

MediEvil (1998)

La primera PlayStation recibió uno de sus juegos más carismáticos en 1998: MediEvil, desarrollado por SCE Cambridge Studio y publicado por Sony Computer Entertainment.

La historia se centra en Sir Daniel Fortesque, un caballero que, tras morir en la batalla, es resucitado accidentalmente cuando el malvado hechicero Zarok retorna para conquistar el reino de Gallowmere. Con una apariencia esquelética y un solo ojo, Dan emprende una aventura para redimirse, derrotar a Zarok y convertirse en el verdadero héroe que todos creen que fue en vida.

El juego destacó por su estilo visual oscuro pero cargado de humor, con escenarios inspirados en cementerios, criptas y castillos medievales. Su jugabilidad combinaba acción, exploración y resolución de acertijos, con un sistema de combate que incluía armas cuerpo a cuerpo y proyectiles mágicos. Además, ofrecía múltiples niveles interconectados, cada uno con secretos ocultos y recompensas para los jugadores más curiosos.

Uno de los aspectos más memorables fue la personalidad de Sir Daniel, que se convirtió rápidamente en una figura entrañable para los fanáticos de PlayStation. A pesar de ser torpe y de haber muerto prematuramente, su viaje de redención logró conectar con los jugadores, aportando tanto momentos de comedia como de valentía.

MediEvil fue un éxito de crítica y ventas, lo que derivó en una secuela, MediEvil 2 (2000), y años más tarde en un remake para PlayStation 4 en 2019, que mantuvo viva la nostalgia de este clásico. Su mezcla de humor macabro, jugabilidad variada y estética gótica lo consolidó como uno de los juegos más representativos del catálogo original de la PlayStation One.

Tomb Raider II (1997)

En 1997, apenas un año después del debut de la saga, la heroína más famosa de los videojuegos regresó en una secuela que superó todas las expectativas. Tomb Raider II, desarrollado por Core Design y publicado por Eidos Interactive, llegó a la PlayStation One y a PC el 21 de noviembre de 1997, convirtiéndose en uno de los títulos más exitosos de la generación.

El juego volvió a poner a los jugadores en la piel de Lara Croft, la intrépida arqueóloga británica que viaja por el mundo en busca de tesoros antiguos. En esta ocasión, la historia gira en torno a la búsqueda de la Daga de Xian, un artefacto legendario que otorga el poder del dragón a quien lo posea. Para obtenerla, Lara debe recorrer escenarios tan variados como Venecia, la Gran Muralla China, las montañas tibetanas y un barco hundido en el fondo del océano.

Tomb Raider II destacó por sus mejoras respecto a la primera entrega. Introdujo nuevas armas, como el lanzagranadas y el lanzallamas, además de permitir a Lara usar vehículos como lanchas y motos de nieve, lo que aportó dinamismo a la jugabilidad. Los escenarios eran más grandes y complejos, con acertijos desafiantes y enemigos humanos más frecuentes, que complementaban la amenaza de criaturas salvajes y mitológicas.

Silent Hill (1999)

La primera PlayStation recibió en 1999 uno de los títulos más influyentes en la historia del survival horror: Silent Hill, desarrollado por Konami Computer Entertainment Tokyo y publicado por Konami.

La trama sigue a Harry Mason, un hombre común que viaja con su hija adoptiva Cheryl. Tras sufrir un accidente automovilístico, Harry despierta en el misterioso pueblo de Silent Hill, donde descubre que su hija ha desaparecido. En su búsqueda, se adentra en un lugar cubierto por una densa niebla y plagado de criaturas monstruosas, enfrentándose no solo a horrores físicos, sino también a un trasfondo psicológico cargado de simbolismo y oscuridad.

A diferencia de otros survival horror de la época, como Resident Evil, Silent Hill apostó por un enfoque mucho más psicológico y atmosférico. La niebla, utilizada en parte como limitación técnica, se convirtió en un recurso narrativo que aumentaba la tensión, mientras que la iluminación tenue y la música inquietante de Akira Yamaoka aportaban una atmósfera única e inolvidable.

La jugabilidad combinaba exploración, resolución de acertijos y combates contra criaturas grotescas. Sin embargo, lo más destacado fue su capacidad de generar miedo a través de la sugestión y el misterio, en lugar de apoyarse únicamente en sobresaltos o violencia gráfica. Además, el título ofrecía finales alternativos según las decisiones del jugador, lo que invitaba a rejugarlo para descubrir toda la verdad oculta en Silent Hill.

El éxito del juego dio inicio a una saga que se convirtió en un referente del género del terror. Con su narrativa ambigua, su atmósfera opresiva y su innovadora propuesta, Silent Hill no solo marcó a toda una generación de jugadores, sino que también sentó las bases de lo que hoy se conoce como el terror psicológico en los videojuegos.

Syphon Filter 2 (2000)

La saga de acción y espionaje de Sony dio un paso más con el lanzamiento de Syphon Filter 2, desarrollado por Eidetic (hoy conocido como Bend Studio) y publicado por 989 Studios. Tras el éxito del primer título, esta secuela llegó el 29 de febrero de 2000 en Norteamérica, expandiendo la fórmula que había cautivado a los jugadores en la PlayStation One.

El juego continúa la historia de Gabe Logan y Lian Xing, agentes de la Agencia de Defensa Internacional que deben detener una conspiración relacionada con el mortal virus Syphon Filter. La narrativa profundiza en los vínculos de los protagonistas y revela traiciones dentro de su propia organización, lo que añade tensión a una trama cargada de giros y acción cinematográfica.

Uno de los aspectos más destacados de Syphon Filter 2 fue la ampliación de su jugabilidad. La mecánica de sigilo se mantuvo como elemento central, pero se añadieron nuevos escenarios más variados que iban desde bases militares hasta estaciones de tren y selvas. También incorporó un arsenal mejorado con armas como el lanzagranadas, la ballesta y, por supuesto, la legendaria pistola taser, capaz de electrocutar enemigos a distancia.

La secuela ofreció además un modo multijugador en pantalla dividida, una novedad muy valorada en su tiempo, que permitía a dos jugadores enfrentarse en combates tácticos. Esto aumentó su rejugabilidad y lo convirtió en una experiencia social, algo muy apreciado en la época de los juegos locales.

Tekken 3 (1998)

La PlayStation recibió uno de los títulos más emblemáticos del género de peleas en 3D: Tekken 3. Desarrollado y publicado por Namco, el juego debutó en Japón el 26 de marzo de 1998, tras haber sido un éxito en arcades, y rápidamente se convirtió en uno de los mayores referentes de la plataforma, vendiendo más de 8 millones de copias en todo el mundo.

La historia se sitúa quince años después de los acontecimientos de Tekken 2. En esta entrega, el protagonismo recae en una nueva generación de luchadores, encabezados por Jin Kazama, hijo de Kazuya Mishima y Jun Kazama. El torneo del King of Iron Fist regresa con un elenco renovado que incluye personajes icónicos como Hwoarang, Ling Xiaoyu y Eddy Gordo, junto con el regreso de clásicos como Heihachi Mishima, Paul Phoenix y Nina Williams.

Uno de los mayores aciertos de Tekken 3 fue su jugabilidad refinada. Introdujo movimientos más fluidos, la capacidad de esquivar en un plano lateral y un sistema de combos mucho más dinámico. Además, ofreció una amplia variedad de estilos de lucha, desde artes marciales tradicionales hasta capoeira, lo que aportó frescura y diversidad al elenco de personajes.

El juego también incorporó modos alternativos como el Tekken Force Mode, un beat ‘em up que expandía la experiencia más allá de los combates uno contra uno, y el Tekken Ball Mode, un minijuego que combinaba peleas con un balón explosivo, lo que se convirtió en una de las sorpresas más divertidas para los jugadores.