En tiempos donde las apps de citas dominan, el “Tinder de las montañas” surge como una alternativa romántica y natural que ha conquistado a senderistas en Suiza. Libretas colocadas en las cumbres permiten que los montañistas dejen mensajes personales en busca de una conexión real, lejos del mundo digital.
Cómo nació el Tinder de las montañas en Suiza
La historia comenzó cuando Thibaud Monney, un joven ebanista y montañista de 29 años, escribió su número en una libreta durante una caminata solitaria. El mensaje decía: “Subí para la puesta de sol y estaba solo, la próxima seremos dos”. Lo que empezó como una broma entre amigos pronto se convirtió en una forma auténtica de conocer personas.
Con apoyo de su círculo cercano, Thibaud colocó libretas rojas en siete cumbres del cantón de Friburgo. Hoy, esta iniciativa se ha expandido más allá de Suiza, con cuadernos incluso en Argentina.

Historias reales de amor en las alturas
Una de las historias más tiernas es la de Cathy y Patrick, quienes se conocieron gracias a uno de estos cuadernos. Ella subió al Wandflue, dejó su mensaje en octubre pasado, y él lo encontró una semana después. Hoy, nueve meses después, comparten caminatas y copas con vistas alpinas.
“Es una bella forma de encontrarse”, cuenta Cathy, de 58 años, con una sonrisa.
La conexión que permite este sistema es simple pero poderosa: si dos personas llegan a la cima y se interesan por lo que el otro escribió, ya comparten un gusto profundo por la naturaleza.
Un filtro natural contra los algoritmos
Mientras los algoritmos de las apps buscan afinidades con inteligencia artificial, el Tinder de las montañas ofrece un “filtro natural”: llegar a la cima.
“Si contactas con alguien, sabes que también subió esa montaña y ama la naturaleza”, explica Thibaud.
Este método selecciona de forma orgánica: quien llega a las cimas más altas, como el Vanil de l’Ecri (2,376 m), probablemente comparta nivel físico, edad y estilo de vida con quienes dejan mensajes ahí.
Además de buscar pareja, muchos dejan mensajes en busca de amistad o comunidad, como lo demuestran los cuadernos llenos en lugares como La Vudalla, una cima más accesible.

Un fenómeno que va más allá del romance
El fenómeno ha ganado tanto reconocimiento que Thibaud fue invitado a la televisión suiza, donde compartió la historia de su “Tinder montañés”. Curiosamente, su pareja actual no la conoció en una cumbre, sino porque ella lo vio en televisión y decidió contactarlo.
“Ahora soy feliz”, cuenta entre risas.
La experiencia ha generado agradecimientos sinceros y múltiples anécdotas de personas que hallaron algo más que una pareja: una conexión auténtica en medio del paisaje alpino.
Fotos e información: AFP