En lo que va del año, Yucatán ha registrado 41 casos de intoxicación por picadura de alacrán, un incremento respecto al mismo periodo de 2024, cuando hubo 27 reportes, según el Boletín de Vigilancia Epidemiológica del Gobierno federal.

Con esta cifra, la entidad se ubica en el segundo lugar a nivel peninsular, solo detrás de Quintana Roo (62 casos), y por encima de Campeche, que reportó 20 casos.

Del total de este año, 30 son mujeres y 11 hombres, todos atendidos en hospitales públicos del estado.

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Temporada de mayor actividad

La bióloga Viridiana González López, maestra en ciencias químico-biológicas, explicó que estos arácnidos se encuentran más activos durante temporadas cálidas, coincidiendo con su etapa de reproducción.

Aunque suelen pasar desapercibidos por su tamaño, los alacranes representan un riesgo para la salud, ya que su picadura puede generar intoxicaciones.

Los ejemplares del género Centruroides, predominantes en la península, no suelen causar envenenamientos severos, pero sí reacciones locales como adormecimiento en la lengua o la zona afectada.

Síntomas y atención médica

La especialista advirtió que síntomas como dificultad para respirar, sudoración o salivación excesiva requieren atención médica inmediata y la aplicación de antiveneno.

“Si un alacrán pica y comienzas a tener problemas para respirar o sudoración excesiva, eso denota intoxicación, por lo que se necesita antídoto”, explicó.

González López pidió evitar torniquetes y remedios caseros y acudir a hospitales como el General Agustín O’Horán, donde cuentan con tratamiento adecuado.

Prevención y función ecológica

La especialista recordó que los alacranes cumplen una función ecológica al controlar plagas, por lo que no deben eliminarse sin justificación.

Recomendó sacudir ropa, cobijas y calzado, separar camas de paredes, colocar mosquiteros, tapar grietas en casas y evitar acumulación de escombros, especialmente durante primavera y verano, cuando los insectos son más activos.