La reserva ecológica Cuxtal enfrenta un problema de contaminación por tiraderos clandestinos de cascajo, denunció Raúl Arceo Alonzo, secretario técnico de Gestión Integral de Residuos Municipales del Ayuntamiento de Mérida, quien advirtió que empresas constructoras están arrojando residuos de obra en esta zona protegida del sur de la ciudad.
“Tenemos un problema en la reserva Cuxtal. Hemos detectado tiraderos de cascajo, a pesar de que es una reserva”, expuso el funcionario; y aseguró que ya han sostenido reuniones con la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) del gobierno estatal para canalizar denuncias y plantear soluciones conjuntas.
Crecimiento urbano sin control: detonante de la contaminación
De acuerdo con Arceo, el acelerado crecimiento urbano de Mérida, sumado a la falta de un sitio específico para la disposición de residuos de construcción, ha llevado a que muchas empresas opten por deshacerse del cascajo en lugares no autorizados, especialmente en áreas naturales como Cuxtal.
“No hay un lugar definido para tirar estos residuos, por eso estamos trabajando con el gobierno estatal. Es su responsabilidad aplicar sanciones y encontrar un sitio adecuado”, aclaró.
Cifras del crecimiento urbano en Mérida
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Mérida ha experimentado un crecimiento urbano acelerado en la última década.
De 2010 a 2020, la superficie urbana de la capital yucateca se incrementó en un 43%, pasando de 11 mil 700 a más de 16 mil 700 hectáreas ocupadas por asentamientos humanos, fraccionamientos, infraestructura vial e instalaciones comerciales e industriales.
Este fenómeno ha sido más evidente en la periferia sur de la ciudad, precisamente en el entorno inmediato de la reserva Cuxtal.

Presión sobre los ecosistemas y generación de residuos
De acuerdo con el estudio Expansión de las zonas urbanas en ciudades mexicanas del Inegi, Mérida es una de las 10 ciudades del país con mayor crecimiento horizontal, lo cual incrementa la presión sobre los ecosistemas aledaños y la generación de residuos de construcción y demolición.
Además, la población del municipio pasó de 830 mil habitantes en 2010 a más de un millón en el Censo de 2020, lo que implica más demanda de vivienda, y también más actividad constructiva, tanto formal como informal, generando un volumen creciente de cascajo sin que exista aún una red formal de centros de acopio o reciclaje para estos residuos.
Advertencias de expertos y consecuencias ambientales
Ante este escenario, expertos en gestión ambiental han advertido que, si no se establecen controles más estrictos sobre las obras y desarrollos, la expansión urbana podría continuar invadiendo ecosistemas como Cuxtal, que abastece de agua a buena parte del sur de la ciudad y alberga flora y fauna endémica.
En Mérida, Yucatán, la gestión de residuos, incluyendo el "cascajo" (residuos de construcción y demolición), se rige por la Ley para la Gestión Integral de los Residuos del Estado de Yucatán. Esta ley busca regular la generación y gestión de residuos sólidos y de manejo especial, promoviendo el desarrollo sustentable en el estado.
El Reglamento de Construcción del Ayuntamiento establece sanciones para quienes abandonen residuos de construcción en la vía pública, que pueden incluir multas de 10 a 5000 Unidades de Medida y Actualización (UMA), es decir, entre $1,131.40 y $565,700 pesos.
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Sobre el relleno sanitario
En otro tema, el secretario técnico aseguró que el relleno sanitario de Mérida, aunque presenta retos derivados de las lluvias atípicas de los últimos años, es actualmente suficiente para la demanda de la ciudad gracias a las acciones de la nueva concesionaria.
“Sí, de momento sí es suficiente. La nueva empresa, Red Ambiental, está construyendo una celda nueva, precisamente previendo el tema de las lluvias y los huracanes. El año pasado vimos que julio, agosto, septiembre e incluso octubre fueron meses muy complicados para el relleno sanitario”, indicó.
Arceo destacó que la nueva operadora ha mantenido un buen manejo ambiental y que, con la nueva celda en construcción, se busca garantizar espacios de descarga incluso en condiciones adversas.
“A veces hay unidades que no pueden subir al relleno por el lodo o por la saturación, así que se están haciendo mejoras para tener una descarga más eficiente”, concluyó.